Ángel Martín (Barcelona, 1977) fue una de las caras más reconocidas de la televisión en los últimos años, en gran parte gracias al éxito arrollador del programa Sé lo que hicisteis (La Sexta), que presentaba junto a Patricia Conde, desde 2006 hasta 2011. Tras anunciar que lo dejaba por agotamiento, emprendió nuevos proyectos televisivos y participó en películas, obras de teatro…, y desde 2020 está al frente de Misterios cotidianos, un podcast donde día a día recoge las principales noticias en su perfil de Twitter en un tono humorístico y desenfadado. Ahora vuelve ocupando todos los titulares por su libro Por si las voces vuelven (Planeta), que ya va por la séptima edición y con el que rompe su silencio al hablar sobre los problemas de salud mental que padeció durante dos semanas de junio de 2017, que le llevaron a estar ingresado (atado a una cama tras sufrir un brote psicótico).
¿Qué le motivó a escribir Por si las voces vuelven?
AM: La oportunidad de hacerlo. Llevaba mucho tiempo con la idea de escribirlo para mí, como una especie de manual por si se repetía esa situación y no perder la cantidad de tiempo que he malgastado tratando de reconstruirme. Cuando Planeta me llamó, creo que con la intención de que escribiera un libro en plan cómo petarlo en las redes, porque fue a raíz del informativo que hacía, seguro que ellos esperaban más un libro de comedia o monólogos, pero yo me di cuenta de que no tenía mucho sentido guardarme para mí solo unas herramientas que me habían servido para salir adelante en una aventura tan terrible. Les respondí que tenía una idea sobre la que llevaba mucho tiempo queriendo escribir. Ese fue el inicio.
En el libro describe que estar ‘loco’ es lo mejor que le ha pasado en la vida. ¿Por qué hace esa reflexión?
AM: Bueno, porque el caer en ese pozo me ha permitido, de alguna manera, empezar a reconstruirme de forma consciente. Cuando tienes que reconstruirte tienes la opción de dejar fuera las cosas que eran una mierda. Tanto de trato con los demás como contigo mismo. Creo que muchas veces acabamos viviendo por inercia, tomando caminos (al menos en mi caso) que no sabemos muy bien por qué los tomamos o lo hacemos porque creemos que son decisiones colaterales a una principal que hemos tomado, y nunca nos planteamos el tipo de persona que somos, el tipo de persona en la que nos estamos convirtiendo, etcétera. Cuando pasas por algo así y tienes la opción de empezar a reconstruirte, a tomar decisiones, de forma consciente. Si no me llega a pasar esto, yo no sería el chico que soy ahora, y claramente iba en una dirección que era la de una persona peor.
¿Cómo ha vivido esta situación su entorno más cercano?
AM: La verdad es que no he tenido conversaciones profundas acerca de cómo lo vivieron, y precisamente el libro lo quería escribir sin intoxicarme de esas sensaciones ni nada parecido. Lo que tengo claro es que algo así deja tocado al entorno, eso es de cajón.
Ahora ya está completamente recuperado, pero ¿está preparado si vuelve a tener un brote psicótico?
AM: Sí, sí, creo que sí… me imagino que la locura, en caso de querer volver, estará trabajando en que yo no esté preparado, pero si vuelve con las mismas reglas, sí estaré sobre aviso.
Es presentador, monologuista, guionista, actor, músico, streamer…, pero, realmente, ¿en dónde se encuentra mejor?
AM: Ahora mismo he encontrado la palabra comunicador, pero creo que la de cómico es la que más me gusta. Al final, hagas lo que hagas, independientemente del proyecto en el que estés, acabas dándote cuenta de que para ti es imprescindible que incluya algo de humor. Da igual si es presentar un programa, un evento o hacer un vídeo corporativo para alguien, te vas dando cuenta de que siempre necesitas incluir el humor. Eso me hace sospechar que sí o sí soy cómico, necesito que la comedia exista en todo lo que haga. No podría ser cantautor, porque, aunque he creado canciones, son de comedia, así que, al final, sería una especie de cantautor cómico o comunicador cómico.
Se hizo muy conocido con el programa Sé lo que hicisteis. ¿Cómo llevó esa fama y éxito?
AM: Muy bien. Tuve la suerte de que al ser un programa de comedia, que conectó mucho con la gente en un lenguaje muy cercano y muy de cafetería. Hizo que viviera una fama extremadamente agradecida, educada y muy divertida. No es como esos actores que de repente interpretan el papel del malo y la gente se les acerca para decirles: “Eres un hijo de puta por haber matado a Samantha” en la serie. En mi caso se acercaban siempre muy bien y nunca fue agobiante.
¿En esa época recibió muchas propuestas de cadenas de televisión con muchos ceros?
Sí, muchas… Incluso para que no dejase Sé lo que hicisteis. Probablemente, la más interesante me la hizo el propio programa, y no creo que nadie la igualara, pero cuando has tomado una decisión no hay vuelta atrás.
¿Qué opina de la televisión que se hace ahora?
No veo nada de televisión, nada de nada, hace ya muchos años que no pongo la tele. Cuando tengo un rato o me apetece ver algo soy de los que tiran más de plataformas y buscan alguna serie o película. No le veo el sentido a ponerme a ver algo y que a los siete minutos intenten venderme una pasta de dientes. No lo entiendo.
Está cosechando un gran éxito con su informativo. ¿Qué noticia le ha llamado la atención recientemente?
Puede que lo que más me ha llamado últimamente la atención es algo supercurioso y totalmente nuevo, como es la aparición de los NFT, que es como el arte virtual que se paga con criptomonedas. Es algo completamente ajeno al universo y al mundo en el que yo he crecido, unas reglas tan nuevas que no consigo entender, y me llama mucho la atención porque, de repente, es algo que tiene dividido a ese gremio y al mundo interesado en eso. Hay ilustradores que conozco a los que les parece una estafa, y a otros les parece una gran oportunidad. Lo mismo con las criptomonedas, que me tienen ahí prestando atención porque es como si se estuviera creando un nuevo mundo totalmente distinto, y me produce curiosidad.
¿Ha invertido en Bolsa, en criptomonedas, en bitcoins…?
No, pero una vez creo que invertí (aunque creo que invertir es una palabra muy grande para esto…) 200 pavos en una plataforma que se llamaba Mintos. No sé por qué alguien me mandó una aplicación y me dijo: “Aquí pones el dinero y ayudas a granjeros de Irlanda”, me parece… Pero, jamás, no tengo ni puta idea.
¿Qué le parece el plan de fiscalidad que plantea el gobierno para los autónomos?
De esto el que tiene que estar informado es mi gestor. Yo soy un negao.
¿Lee la sección de economía?
No, qué va… No entiendo nada, sólo veo rayas para arriba y para abajo…