Un equipo de investigadores del Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT) han desarrollado una pintura que puede utilizarse para generar energía limpia. La pintura combina el óxido de titanio ya utilizado en muchas pinturas de pared con un nuevo compuesto: sulfuro de molibdeno sintético. Este último actúa como el gel de sílice con que se envasan muchos productos de consumo para mantenerlos libres de daños por la absorción de humedad.
Según un informe en el sitio web de RMIT, el material absorbe la energía solar, así como la humedad del aire circundante. A continuación, puede dividir el agua en hidrógeno y oxígeno, recogiendo el hidrógeno para su uso en pilas de combustible o para alimentar un vehículo. “La simple adición del nuevo material puede convertir una pared de ladrillo en recolectora de energía y productora de combustible”, explicó el investigador principal Dr. Torben Daeneke.
El futuro de la energía
Aunque no se espera que la pintura sea comercialmente viable dentro de los próximos cinco años, Daeneke dijo a Inverse que cree que el producto final será barato de producir. También afirma que la pintura sería eficaz en una variedad de climas, desde ambientes húmedos hasta lugares calurosos y secos cerca de grandes masas de agua: “Cualquier lugar que tenga vapor de agua en el aire, incluso áreas remotas lejos del agua, puede producir combustible. ”
La pintura podría utilizarse para cubrir áreas que no tendrían suficiente luz solar para justificar la colocación de paneles solares, maximizando la capacidad de cualquier propiedad para generar energía limpia. Cualquier superficie que pudiera ser pintada – una cerca, un cobertizo, una caseta de perro – podría ser transformada en una estructura productora de energía.
Cuando este nuevo material finalmente llegue a los consumidores, se unirá a la lista cada vez mayor de tecnologías innovadoras que están alejando a la humanidad de los combustibles fósiles para dirigirla hacia un futuro de fuentes limpias y renovables de energía.