«Hay proyectos que te pueden llevar a la luna. Hay proyectos que miran al mar y al espacio», dice el chef, Ángel León, en su última publicación de Instagram, en la que muestra uno de sus últimos trabajos con el cual participa en el concurso Deep Space Food de la Nasa.
De la mano de Edu Torres, el hombre detrás de los codiciados arroces Molino Torres, el chef del Mar ha desarrollado un proyecto de I+D a través del cual se pueden preparar alimentos duraderos con productos marinos no perecederos —como el colágeno de las escamas de los peces y plancton en polvo—, arroz y agua dulce para enviarlos al espacio.
El proyecto del chef del mar aspira a ganar el concurso Deep Space Food de la Nasa. Esta competición internacional busca tecnologías y sistemas alimentarios novedosos y revolucionarios que requieran insumos mínimos y maximicen la producción de alimentos seguros, nutritivos y apetitosos para misiones espaciales de larga duración, y que tengan potencial para beneficiar a las personas en la Tierra.
Los ganadores se anunciarán el próximo mes de septiembre y recibirán hasta 500.000 dólares (424.850 euros) de financiación para llevar a cabo sus proyectos, además de una invitación para participar en la segunda fase de la competición.
Grano de esperanza
No es el único trabajo que tiene el chef en marcha. El pasado 4 de agosto presentó (también a través de sus redes) el corto Grain of Hope – Ángel León’s Discovery (Grano de esperanza – el descubrimiento de Ángel León). En el vídeo, que tiene una duración de 08:54 minutos, se cuentan la historia del momento en el que el chef y su equipo descubrieron un desconocido grano marino, muy similar al arroz.
León tenía tan claro que lo que había entre sus manos era tan especial, que decidió someter su hallazgo a un comité de científicos de las Naciones Unidas. La respuesta, cuenta en el corto, fue muy positiva. A partir de ahí, empezó la cosecha de un cereal en estuarios marinos. Algo nunca antes hecho.
Para el chef la importancia de esta historia radica en haber encontrado una nueva forma de alimentar a la población en el futuro. El arroz marino descubierto por el chef del mar es rico en Omega 3 y tiene el doble de proteína que el arroz normal. Su cultivo no necesita de antibióticos, fertilizantes o agua dulce. «Podría ser el superalimento del futuro», aseguran en el corto.