En el centro de Londres se encuentra la consulta del psicólogo Richard Reid, apodado “Mr Charisma”, que dirige sesiones regulares enseñando a la gente cómo ser más carismático. Cada vez con más demanda, sus “clases” se dirigen dese a hombres de negocios y mujeres que quieren ser mejores líderes, pasando por los novios que preparan sus discursos de boda, y hasta las personas que simplemente quieren tener más éxito en sus relaciones –personales y profesionales- con el sexo opuesto.
Puede que sea naturalmente hablador, que no tenga tapujos para hablar en público y sonreír un poco, pero esto no puede calificarse como carismático. ¿Qué es exactamente el carisma? ”El carisma es el sentimiento [positivo] que engendras en otras personas, un verdadero signo de carisma es poder conectar con alguien en un nivel más profundo”. Después de escuchar al Sr. Reid, estoy interesada en descubrir cuáles son las claves que construyen el carisma, y si es posible aprenderlo:
El humor
El humor es una señal de inteligencia. Saber usarlo de forma adecuada y pertinente, crea una cierta complicidad con el otro. Si sabes manejar el humor, los demás te verán como una persona carismática.
La pasión
El hombre carismático conoce la manera de atraer a los demás. Uno de los elementos de esta atracción es la pasión y la visión que puede transmitir. Ser capaz de transmitir tu entusiasmo te permitirá motivar a los demás para que te sigan en tus proyectos.
El estatus
No se trata de tu estatus social. Como ser humano, cuando te incorporas a un grupo, de manera instantánea, vas a ser clasificado, en función del estatus que tienes. Si eres carismático, serás clasificado con un estatus elevado. Significa que los demás se posicionarán debajo de ti de forma instintiva. Para desarrollar este estatus, tienes que mejorar tu autoestima.
El respeto
Para ser carismático, tienes que ser respetado. El primer paso es respetarte a ti mismo. Si no te respetas, vas a incitar a los demás a que no te respeten. Luego, tienes que aprender a respetar a los demás. Haz tuyo este lema: no hagas a los demás lo que no quieres que los demás te hagan a ti. Tienes que ser capaz de poner límites también. De forma inconsciente y permanente los demás van a probar cuáles son tus límites. Tienes que ser capaz de decir no.
La escucha
Las personas más interesantes son aquellas que son capaces de escucharnos. Ser carismático es ser capaz de hacer hablar al otro y escucharlo. Para saber escuchar de manera eficiente, debes no prestar atención a tu diálogo interno. Deja de pensar en lo que vas a decir sin escuchar lo que te están diciendo. También presta atención a las señales corporales que te envía el otro. Sé capaz de leer al otro, y serás más carismático.
La influencia
Es muy importante que logres hacer entender y aceptar tus ideas. La influencia o persuasión es distinta a la manipulación porque se trata de plantear un acuerdo ganar-ganar, al contrario de la manipulación. El reto aquí es ser capaz de convencer y seducir.
Sobre el segundo aspecto de mi pregunta, el “aprendizaje del carisma”, la respuesta resulta igualmente sorprendente: el carisma se construye mediante una serie de conductas aprendidas. Esta es la teoría de Olivia Fox Cabane, una coach especializada en carisma, que trabaja para muchas de las 500 compañías Fortune, y que acaba de publicar un libro titulado The Charisma Myth: How Anyone Can Master the Art and Science of Personal Magnetism, en el que explica cómo labrarse una personalidad carismática utilizando métodos de terapias cognitivas y conductuales.
Dice Cabane que “en los últimos años, los psicólogos, sociólogos e incluso los neurocientíficos han demostrado en experimentos de laboratorio que se pueden aumentar y reducir los niveles de carisma de una persona solamente con la adopción de comportamientos específicos. Es como si se tratara del dial de una radio”.
“El carisma puede ser muy útil para desarrollar un liderazgo efectivo”, comenta la coach en una entrevista por correo electrónico. “Aunque hay ciertos costes que se han de pagar en función del tipo de carisma que uno quiera ejercer. Los líderes eficaces tienen que entender el tipo de carisma que tienen y las desventajas asociadas. El buen líder debería fomentar su tipología natural de carisma y desarrollar formas alternativas”.