A ningún aficionado al arte le sorprenderá que Barcelona fuera el hogar de Pablo Picasso durante sus años de formación. Sin duda habrá visitado el Museo Picasso y habrá visto la evolución de su obra. Ahora, puede acercarse al artista alojándose en el hotel de lujo situado en el mismo edificio que su primer estudio.
La Barcelona de Picasso
Pablo Ruiz Picasso nació en Málaga en 1881 y, en 1895, se trasladó con su familia a Barcelona. Ese mismo año, con 14 años, fue aceptado para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. Trabajando desde la azotea del edificio del Paseo de Isabel II donde vivía su familia, Picasso realizó su primer cuadro en Barcelona: Azotea de Les Cases d’En Xifré (1895).
Al año siguiente, la familia se trasladó a un apartamento más grande, y el padre de Pablo alquiló un estudio para su hijo, que aún tenía sólo 14 años. Compartió el espacio del número 4 de la calle de la Plata con Manuel Pallarès, un amigo que había conocido en la academia de arte. Fue aquí, en este estudio abuhardillado del último piso, donde Picasso pintó muchas de sus primeras obras, la más famosa de las cuales es Ciencia y caridad (1897), actualmente expuesta en el Museo Picasso Barcelona.
De humilde estudio de artista a hotel de lujo
En la época de Picasso, este edificio de seis plantas no era el escenario más glamuroso, pero las cosas han cambiado. Hoy, el edificio que albergó el primer estudio del prodigioso artista se ha convertido en uno de los hoteles boutique más exclusivos de Barcelona, el Hotel Serras.
Hotel Serras
Situado en medio del ajetreado Barrio Gótico de Barcelona, el Hotel Serras ofrece todo lo que se puede esperar de un hotel boutique de lujo, y más.
A pesar de estar en una de las vías más concurridas de la ciudad, una sensación de paz y tranquilidad te invade desde el momento en que cruzas la puerta.
Las habitaciones son exquisitas, las camas son de ensueño, el servicio es impecable y la magnífica comida del restaurante ‘Informal’, a cargo del chef Marc Gascons, galardonado con una estrella Michelin, está a la altura de las mejores de la ciudad.
Por último, pero no menos importante, justo antes de salir a la espectacular terraza de la azotea, un retrato gigante de Pablo Picasso hace referencia al ilustre pasado del edificio.
Ciencia y caridad
En 1897, Picasso pintó Ciencia y caridad en el ático de la calle de la Plata 4. La obra, un gran lienzo, fue presentada en la Exposición de Bellas Artes de Madrid y, en 1970, el artista la regaló a la ciudad de Barcelona.
En 2017, el Museo Picasso Barcelona inició un proyecto de conservación –con el apoyo del hotel Serras– para implantar una tecnología de última generación para controlar la temperatura y la humedad de la recién restaurada Ciencia y Caridad.
«Saber que he podido ayudar a mantener un legado tan importante me llena de satisfacción. Picasso tuvo su primer estudio donde yo construí uno de mis sueños. Descubrirlo fue un regalo. Y mi forma de entender la vida y los negocios siempre ha sido con gratitud», comentó Jordi Serra, propietario del Hotel Serras.
«Barcelona, la bella»
Durante los primeros años del siglo XX, Picasso iba y venía entre España y Francia antes de acabar estableciéndose en París en 1904. Sin embargo, Barcelona siempre tuvo un lugar especial en su corazón. Como él mismo dijo, en 1936: «Barcelona, bella y sabia, donde dejé tantas cosas colgadas en el altar de la felicidad…».