1. Obtener su tarjeta de visita.
Es un acto de fe lo de compartir la tarjeta y luego confiar en la otra persona para ponerse en contacto contigo, y ya sabemos que la suerte sonríe sólo a los que se preparan. Tener la información de la contraparte le permite controlar que la conversación continúe.
2. Poner una reunión en sus calendarios justo cuando coinciden.
Si ya estás con la otra persona ¿qué mejor momento puede haber? Evita la ineficiencia de la tecnología, los olvidos y que se traspapele el correo electrónico Una cita formal entre profesionales es siempre ineludible.
3. Conectarse en línea in situ.
Los medios sociales pueden ser aún más valiosos que la información de contacto. “El diálogo digital no sólo muestra su experiencia, sino que también puede abrir la puerta a otras conexiones para darle la bienvenida a su red de contactos”, escribe Katie Devlin, ejecutiva de IBM. “Aunque no se puede confiar en el currículum para conseguir un trabajo, no debe recurrir a las tarjetas de visita para fomentar su red.”