Ataca tu bandeja de entrada del mail
Hay correos electrónicos que has estado alargando al responder durante semanas o incluso meses. Hay puestos de listas de correo que se remontan a octubre y que nunca has leído y docenas de promociones sin abrir de los minoristas que ofrecen descuentos que ya ni existen. Toma una tarde o incluso un día entero para revisar tu bandeja de entrada. Anular las suscripciones. Desactiva las alertas de Google que nunca compruebas y establece carpetas.
Enciende tu presencia social
Actualiza tu LinkedIn porque tiene que ser hecho. Tómete unos minutos para actualizar tu perfil con algunos grandes logros del año anterior. No sigas a personas cuyas notificaciones son tan persistentemente molestas e incesantes como una alarma de coche desatendida. ¿Ni siquiera recuerdas cómo conociste a alguien o cómo podrías conocerlos? Es hora de eliminar esa conexión. Dale a tu Twitter un poco de amor, también. Deja de seguir las cuentas que no han publicado en meses. Al mismo tiempo, amplía tus horizontes en una dirección positiva.
Limpia tu escritorio
Si la bolsa gratuita que recibiste en una conferencia celebrada en mayo sigue ocupando espacio en la esquina de tu escritorio, deshazte de ella. Dirígete hacia la trituradora con esa pila de documentos de reuniones antiguas y pruebas en papel a las que te has estado aferrando sin ninguna buena razón. Tu escritorio no necesita ser digno de Instagram, pero debería verse y sentirse como si al menos tuviera el espacio para hacer algo de trabajo mientras estás sentado en él.
Planea tus vacaciones
Cuanto antes pienses y planifiques cómo vas a utilizar tus vacaciones de 2017, es más probable que no tengas que rodarlos al año siguiente o perderlos por completo. Usa el sentido común y reflexiona sobre tu tiempo de inactividad y cómo encaja con el flujo de tu horario de trabajo y los compromisos de otros miembros de la familia.