El 25 de junio de 1978 se celebró una manifestación en Madrid que marcó un antes y un después para la ciudad. Más de 7.000 personas protestaron en las calles del centro de la capital contra la ley de Peligrosidad Social. Esta norma, conocida años antes como la ley de «Vagos y Maleantes», discriminaba y perseguía a los homosexuales. Les castigaba internándolos en establecimientos de «reeducación» y les prohibía visitar ciertos lugares públicos. Aquella protesta pionera la convocó el Frente de Liberación Homosexual de Castilla (FLHC). Y, sin saberlo, sentó el precedente de la fiesta del Orgullo LGTBI, una celebración que cada año inyecta a Madrid cerca de 200 millones de euros.
El viernes arrancó en la capital el Orgullo 2021. La fiesta vuelve a las calles después de dos años. En 2020, la pandemia obligó a celebrar el evento de forma virtual. La celebración arrancó con actos y eventos en Chueca, un barrio emblemático para el colectivo, y continuará hasta el fin de semana que viene. El desfile, el acto central del Orgullo, será el sábado a las 20 horas y recorrerá la ciudad entre la Glorieta de Carlos V y la Plaza de Colón. Esta vez no habrá carrozas ni escenarios y la organización asegura que se respetará la distancia social y el uso de la mascarilla. Pese a que la mascarilla ya no es obligatoria en exteriores, sí que hay que llevarla cuando no se puedan guardar 1,5 metros de distancia de otra persona.
La celebración del Orgullo Gay a nivel mundial cumple 51 años. El movimiento nació en 1969 en el bar Stonewall Inn, ubicado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village. El local estaba regentado por la mafia, pero en los años 60 era un refugio de ocio para los gais de Nueva York. El 28 de junio de 1969, una redada policial en el Stonewall desencadenó un enfrentamiento entre los clientes y la policía. «El Stonewall convirtió un movimiento pequeño y localizado en un gran movimiento nacional que se expandió por todo el mundo», explica en Efe el escritor Eric Marcus, autor del libro ‘Haciendo historia: La lucha por la equidad de derechos para gais y lesbianas 1945-1990’. Un año después se celebró el primer desfile del Orgullo para recordar los disturbios de Stonewall.
En Madrid, la primera marcha por las libertades del movimiento fue la de 1978. En los siguientes años, el colectivo se fue refugiando en Chueca. En aquella época, el barrio era una de las zonas «más deprimidas de la ciudad», recuerda Madrid Orgullo, la página oficial del evento. Su convivencia con los vecinos y los visitantes convirtieron el barrio en uno de los espacios de «mayor libertad, tolerancia y diversidad» de Madrid.
Ahí surgieron a mediados de los 80 las primeras celebraciones del Orgullo, el pregón y los escenarios. La fiesta fue tomando forma. En 1997, unas pocas carrozas participaron por primera vez en la Manifestación. Se sumaron asociaciones, colectivos y empresarios. Llegaron las marchas coloridas, las denuncias contra la LGTBfobia, la llegada de turistas extranjeros. Una fiesta de fama mundial que hoy, según El País, es la marcha LGTB más multitudinaria, seguida por las de París, Londres, Berlín, Ámsterdam, Estocolmo y Roma.
Impacto multimillonario
Las cifras económicas y de visitantes de las ediciones del Orgullo de este año y del pasado difícilmente se acercarán a las de 2019, las últimas que se celebraron antes de que estallara la pandemia. Según la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FEGLTB), el Orgullo de Madrid 2019 congregó a 1.600.000 asistentes. La Manifestación reunió a unas 400.000 personas, según la Delegación de Gobierno.
Conocer el impacto económico que genera el Orgullo en la capital es más complicado. El coordinador general del evento y secretario general de AEGAL, la asociación organizadora, Juan Carlos Alonso Reguero, calculó el año pasado que Madrid perdió cerca de 300 millones por no poder celebrar el Orgullo por el coronavirus. En 2019, Alonso apunta a un impactó de entre 150 y 250 millones, la horquilla de cifras que recogieron entonces los medios de comunicación.
Según este artículo que La Sexta publicó en 2018, el turismo LGTBI mueve 6.000 millones de euros al año en España. Cada viajero se gasta de media 500 euros en cultura, comercio, restauración y hoteles, detalla la cadena de televisión. Los días del Orgullo también se notan en los hoteles madrileños. Según una encuesta de 2019 de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM), durante la celebración esperaban una ocupación media del 80%. Para el día de la Manifestación aumentaron las reservas hasta el 87% de ocupación.
El Día Internacional del Orgullo se celebra cada 28 de junio. El pregón del certamen madrileño será el próximo miércoles, 30 de junio, aunque las celebraciones y las actividades de este año estarán más limitadas. El lema de esta edición, ‘Los derechos humanos no se negocian, se legislan: Ley Integral Trans Ya’, reivindica la aprobación «urgente» de una legislación que «garantice el derecho de la libre determinación de género de personas trans, entre otros derechos», según explicó la presidente del COGAM, Carmen García de Merlo, en declaraciones recogidas por Europa Press.