En la antigua definición de éxito, las personas exitosas eran personas que tenían “grandes” puestos de trabajo y ganaban toneladas de dinero. Podías distinguir a la gente exitosa por su ropa, sus coches, sus casas y otras cosas materiales.
Ahora esto a cambiado. Si tienes un trabajo importante y una casa enorme, pero mueres de un ataque al corazón a una edad temprana debido al estrés, ¿alguien podría llamarte exitoso? Si tienes una cuenta bancaria masiva, pero no tienes relaciones con tus propios hijos porque tu carrera es lo es todo, ¿tienes éxito?
¡La mayoría de la gente diría que no! El éxito no se trata de las cosas que otras personas le han dado. El verdadero éxito tiene que ver con el poder que construyes en ti mismo, el poder que nadie te confiere y nadie te puede quitar.
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