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Combate los malos pensamientos sobre tu trabajo (mientras consigues otro)

A menudo, si buscar un trabajo diferente al que tienes ahora es que algo ha fallado en el actual. Sea cual sea la causa que origina tu desencanto o tu enfado – ya sea un jefe demasiado exigente o un compañero que no te deja respirar -, intenta mantener la calma y firmar la paz con ese elemento que hace de tu lugar de trabajo un sitio peor. Por ejemplo, si tus compañeros no contestan nunca a tus correos electrónicos, prueba a pensar qué harías si asumieras que eso siempre va a ser así: es probable que decidas llamarles por teléfono o plantarte frente a ellos la próxima vez. Solucionarlo de forma asertiva posiblemente te haga sentir mejor.

Sigue buscando las oportunidades que te brinda tu puesto de trabajo. Continúa pendiente de las conferencias a las que puedas asistir, las reuniones en las que puedas aportar algo o las formas que te ofrezca tu perspectiva laboral actual para mejorar en tus conocimientos y habilidades. Quizá todavía puedas sacar algo de ello, incluso si no es para brindárselo en el futuro a la misma empresa.

Recuerda por qué sigues trabajando en esta compañía. Hay veces que el lugar de trabajo es un entorno tan tóxico que lo mejor para uno mismo es abandonar; pero lo más habitual es que la situación no llegue a esos extremos. Quizás sea un buen salario, reparto de beneficios o un puesto de responsabilidad que traiga mucha tarea, pero donde te sientas valorado. Agárrate a eso mientras tienes en mente que, de todas formas, la situación por la que estás pasando es temporal.

Concéntrate en aquello que puedes controlar. A la hora de buscar trabajo y demostrar por qué una empresa debería contar contigo, hay variables que están en tu mano y otras que escapan completamente a tu control. Lo que tardes en encontrar ese nuevo trabajo que te saque de tu espiral de negatividad puede depender de que centres todas tus energías y pensamientos en aquellas cosas que puedes modificar, como tu persistencia en la búsqueda, tu discurso a la hora de sentarte frente a un responsable de recursos humanos o los contactos que refuerzas. Todo lo demás debes sacarlo de tu mente.