Chris Myers, colaborador de Forbes USA, analizó su propia ira. Intentó desfogar su ira en una persona concreta, utilizándolo como instrumento de justicia. Pero, finalmente, volvió a caer en la típica prácticatica de pensar y arrastras el problema en tu cabeza. Se dio cuenta de que descargar esa furia no le ayudaría en nada, ni siquiera a tener una experiencia que esperaba.
En su lugar, decidió reorientar su ira y convertirla en ventaja. Está bien enfadarse; de hecho, es una parte central de la experiencia humana. Sin embargo, si no se controla, la ira puede ser autodestructiva. Las cosas que piensas que podrían pasar te hacen retroceder y empeorar las cosas.
Es importante encontrar maneras de utilizar tu ira como una ventaja. Conquistando los temores que dan paso a la rabia o la canalizan hacia un esfuerzo creativo, puedes encontrar maneras de robar la ira de su poder destructivo y transformarlo en un poderoso aliado.
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