Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Todos tenemos fallos y es importante ser consciente de ellos para enmendarlos con la mayor brevedad posible. En el mundo laboral algunos pueden costarte el puesto y seguro que eso es lo último que quieres y necesitas. En esta fotogalería te recordamos algunos de esos errores comunes que no gustan en ninguna empresa y que pueden contribuir a que seas despedido.

Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Mentir. El refrán dice que “se pilla antes a un mentiroso que a un cojo”, y si esta afirmación se ha convertido en un dicho popular, por algo será, ¿no crees? Sé lo más transparente posible y si dices una mentira piadosa, trata de que esa situación no se repita.

Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Procrastinar. El “para qué hacer hoy lo que puedo hacer mañana” rara vez es una buena idea. En el trabajo funciona mejor el “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, porque los contratiempos existen y a los jefes es mejor no hacerlos esperar.

Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Ser (demasiado) negativo. La negatividad cansa a cualquiera, incluso a un jefe, que seguramente piense que para gruñir en la oficina ya está él. No te quejes tanto y haz las cosas con algo más de espíritu. Las personas que transmiten motivación valen oro.

Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Ser impuntual. En tu contrato se especifica un horario por algo: para cumplirlo. Pues ya sabes lo que debes hacer… Y aunque tu jefe sea muy flexible, es mejor no abusar. Ajústate a la política de puntualidad de tu empresa y estate en tu puesto cuando debes.

Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Comunicarte mal. E-mail mal redactados, vista huidiza cuando hablas con un superior, faltas de ortografía, mal vocabulario, malmeter en vez de hablar cara a cara los problemas… Hay muchas formas de comunicarse mal y ninguna te ayudará a ser un gran empleado. Cuidado con ellas.

Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Hacer demasiado caso a las redes sociales. No te han puesto un ordenador en tu puesto de trabajo para que abras todas las redes sociales que tienes y eches el día. Céntrate en tu trabajo y deja las RRSS para los descansos, a menos que trabajes con ellas, claro.

Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Una (excesiva) falta de atención. Si tu falta de atención influye demasiado en tu vida, quizá debas consultar con un especialista, pero si ésta se debe simplemente a la falta de interés, haz el favor de centrarte. Busca una forma de organizarte y vuelve a la Tierra.

Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Querer hacer todo solo. Cuatro ojos ven mejor que dos, así que no menosprecies el trabajo en equipo. Déjate ayudar cuando sea necesario, pregunta si lo necesitas y no trates de huir siempre de las tareas en grupo o puede que tus compañeros pienses que los subestimas.

Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Tu mal temperamento. Todo el mundo puede tener un mal día, especialmente el jefe, pero lo mejor es que dejes el mal humor en casa. Aunque lo hagas inintencionadamente, las malas contestaciones, las caras largas y las rabietas pueden echar por tierra tu profesionalidad.

Hábitos que te pueden costar el puesto de trabajo

Ser desorganizado. Olvidar una reunión, no enviar un documento que prometiste o perder un informe son situaciones que, de pasar reiteradamente, evidencian un alto grado de desorganización y nadie quiere un empleado desastre entre sus filas.

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