1. Encuentra un ritual que recargue tus pilas. Una actividad que programes para esos días de descanso y que te llene. Ya puede ser desde hacer alpinismo o ir al parque con los niños.

2. Pasa tiempo solo y escribe sobre ello. Pensar en la intimidad más profunda te hará ver las cosas con otra perspectiva. Los expertos coinciden que, además, escribir sobre ello te hará recapacitar sobre tus planes y problemas de una forma más activa.

3. Desconecta tus aparatos un día. Elige sábado o domingo y desconecta de nuestros rituales 2.0 Así aumentarás tu productividad y el descanso será real, sin estar pendiente a las dichosas notificaciones.

4. Reflexiona sobre los siete días ya pasados. Invertir bien tu tiempo es fundamental para salir adelante con tus planes, así piensa en qué hiciste bien y mal durante la semana. Si necesitas hacer una lista, hazla.

5. Tras la reflexión, planifica la semana que tienes por delante. Así, un buen programa evitará caer en actividades innecesarias o malgastar el tiempo en banalidades. La semana comienza el domingo, no lo olvides si eres un emprendedor con futuro.