1. Piensa de forma positiva
Cambia el prisma con el que miras las cosas y comienza a verlo de una forma más alegre y positiva. Una persona que está satisfecha y feliz con su vida transmite una confianza enorme. Verás como si comienzas a ver el lado bueno de las cosas, te sentirás mucho más confiado para afrontar cualquier reto.

2. Cambia tu look
A veces nos miramos en el espejo y no encontramos el reflejo que nos gustaría, cosa que hace mermar nuestra confianza. Está en tu mano cambiarlo hasta que te sientas realmente a gusto contigo mismo. Cambia tu forma de vestir, tu peinado, comienza a hacer ejercicio… Nuestro aspecto también repercute de una forma muy directa en nuestro bienestar mental. Cuando tienes ciertos complejos es complicado mostrar seguridad.

3. Comienza a fijarte en el lenguaje corporal
¿Caminas con la cabeza gacha? ¿Con los hombros hacia delante? Intenta fijarte en qué tipo de lenguaje corporal tienes a diario y cambia todo lo que creas que no es beneficioso para ti. No sólo por la imagen que transmites, también porque al cambiarlo notarás una gran mejoría para contigo. No es lo mismo caminar cabizbajo que con la cabeza alta. Vas a notar la diferencia.

4. Sé consciente de tus virtudes
Puedes hacerlo de muchas formas: haz una lista con tus cosas buenas (tanto de forma de ser como físicas) e interiorízala; también puedes pedir a personas de confianza que te digan qué creen que tienes de bueno (¡y de malo!). Te servirá para reflexionar e incluso hacer una comparación entre las que tú crees que son tus cosas buenas y las que los demás ven de ti.