1. ¡Adiós al sedentarismo!
La vida sedentaria es el peor enemigo de la salud. Alrededor de 30 minutos de ejercicio moderado al día pueden cambiar por completo tu vida y tú forma física. Te sentirás mejor, más relajado, más feliz y sobre todo, más sano. Siempre se pueden sacar 30 minutos cada día para dedicarle al ejercicio, y más cuando lo que está en juego es tu salud; además con pequeños gestos como subir por las escaleras o dar un paseo hasta el trabajo estarás haciendo un gran avance.
2. Despídete del estrés
Intenta reducir el estrés (personal, laboral…) con técnicas de relajación o ejercicios como el yoga.
3. Descansa mejor
No siempre dormir mucho implica descansar en la misma medida. Debes tener un ambiente de descanso bueno, sin ruidos y sin posibles perturbaciones. Dejar el móvil en otra habitación puede cambiar muchísimo tu forma de descansar.
4. Cambia tu alimentación
Cuando vayas al súper evita por todos los medios los productos congelados, la bollería industrial, las comidas preparadas… cambia todo eso por fruta (al menos dos piezas al día), verdura, pescado fresco, carne, pasta, arroz. Puedes comer de todo, pero variado, sano y natural.
5. Dos litros de agua al día
Junto con el cambio de alimentación también debes tener en cuenta la importancia de beber aproximadamente unos dos litros de agua al día, limitar lo posible la ingesta de alcohol o refrescos carbonatados y/o azucarados.
6. ¿Azúcar y sal? Sí, pero lo justo
Obviamente son necesarias pero debes limitar su consumo y no abusar de alimentos azucarados que puedan producir obesidad, o limitar la sal si sufres de hipertensión.
7. La importancia de la fibra
Gran cantidad de verduras, hortalizas y frutas contienen fibra, que nos harán sentir saciados sin apenas calorías. Además regulan el tránsito intestinal y son totalmente necesarias en el día a día.