Muchas personas se lamentan por ser incapaces de dedicar el tiempo necesario a las cosas o a las personas que les importan de verdad. Si te ves ante una situación en la que “tienes que” hacer algo y estás suspirando por todas las reuniones en tu calendario, es la señal más clara de que estás dedicando tu tiempo a las cosas que no te hacen feliz. Pero muchas personas tienen más control sobre su tiempo del que quieren admitir.
Teniendo esto en mente, existen una serie de pasos que te permitirán recuperar el control sobre tu propio tiempo y que te acercarán un poco más hacia la felicidad. Es fundamental tener en mente la gran importancia del tiempo, con todo el frenesí de la vida, puede ser que en ocasiones lo olvides y lo menosprecies.
Descubre en qué quieres gastar tu tiempo
Es importante establecer una serie de barreras para poder pasar tiempo haciendo las cosas que más te importan. Ya sea avanzar en tu carrera laboral, marcar la diferencia con tu familia o cuidar de tu cuerpo y tu mente. Una vida en plenitud contiene un poco de todas estas áreas. Si te sientes quemado—ya sea en casa o en el trabajo—es que seguramente no estés pasando el tiempo suficiente haciendo las cosas que tienen un significado para ti, un propósito. Seguramente estés pasando el tiempo haciendo las cosas que los demás esperan de ti. Esto no es nada malo, pero todo debe llevarse y hacerse en su cierta medida.
Echa un vistazo a tu calendario
Empieza por identificar las actividades que no te estén aportando ningún valor, aquellas que sientes como obligaciones, en las que tu presencia no supone el impacto que tú quieres dejar en el mundo. Estas son las actividades relativamente fáciles de eliminar.
Crea espacio
Eliminando las actividades que no tienen significados, conseguirás liberar algo de espacio. Pero seguramente no sea todo el tiempo necesites, ya que hay obligaciones con las que hay que cumplir y sí son necesarias. Por ello, debes crear pequeños espacios, aunque sean solo de cinco minutos, porque esto te aportará la felicidad necesaria para afrontar la vida con otra actitud, así como esas responsabilidades necesarias.