Resulta que el dinero puede comprar felicidad, siempre y cuando no lo gastes en ti mismo, según una serie de estudios dirigidos por el profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, Michael Norton.
Para estudiar cómo lo que compramos nos afecta, Norton dio sobres de dinero a un grupo de voluntarios. La mitad fueron instruidas a gastar el dinero en sí mismas; la otra mitad en otra persona. “La gente que gastó dinero en otras personas se puso más feliz. La gente que gastó el dinero en sí mismos, no tuvo ningún estímulo de felicidad”, aseguró Norton en su charla 2012 de TEDx,” cómo comprar felicidad.
¿Otro hallazgo? La cantidad de dinero gastado y el tipo de compra no importó, la gente que dio $ 5 o $ 20 recibió el mismo impulso de “felicidad”. Una mujer compró un animal de peluche para su sobrina; otro una taza de café para un amigo. “No tienes que hacer cosas asombrosas con tu dinero para hacerte feliz. Puedes hacer cosas pequeñas y triviales, y todavía obtendrás estos beneficios”.
Norton ha estudiado ahora los efectos de las donaciones caritativas sobre la felicidad en 136 países de todo el mundo. Sus conclusiones anteriores eran ciertas. “Las personas que dan dinero a la caridad son personas más felices que las personas que no dan dinero”, dijo.
¿Qué pasa con las donaciones de caridad en el lugar de trabajo? Él instruyó a un equipo de personas a gastar un bono en sí mismos; un segundo equipo fue impulsado a pasarlo a sus compañeros de equipo. “Los equipos que son prosociales venden más cosas que los equipos que sólo tienen dinero para ellos mismos”. El trabajo puede afectar a tu felicidad con pequeñas cosas como esta, y no podemos olvidar que pasamos una gran parte de nuestras vidas en la oficina.
Los resultados no son sorprendentes para Ingrid Embree, directora senior de asociaciones estratégicas de GlobalGiving, la comunidad de crowdfunding más antigua y más grande para organizaciones sin fines de lucro, donantes y empresas.
Embree ayuda a compañías como Gap Inc., Google y Hilton a cumplir con sus objetivos de responsabilidad social corporativa. “Un número creciente de empresas están recurriendo a donaciones caritativas en el lugar de trabajo para aumentar la felicidad de los empleados”.
