1. Ser demasiado sedentario
Debido a que la mayoría de trabajos en la actualidad conllevan algún tipo de sedentarismo, pocas personas superan de forma natural los 10.000 pasos diarios recomendados. Esto conduce a una disminución de la calidad de vida, además de dolor, rigidez en las articulaciones, dolor de espalda y dolores de cabeza crónicos. Para evitar esto, debes realizar pequeños movimientos y pausas de patrones a lo largo de su día. Añadir más actividad ayuda a regular los patrones hormonales y a mejorar su estado físico y mental general.
2. Una dieta desequilibrada
Procura consumir alimentos saludables y evitar, en la medida de lo posible, los alimentos procesados. Esto mejorará notablemente tu sueño.
No obstante, si ya estás comiendo sano y te sientes cansado, entonces es probable que tu dieta tenga algunas deficiencias de nutrientes.
3. Su calidad de sueño no es buena
La mayoría de los adultos necesitan de siete a nueve horas de sueño cada noche. Sin embargo, algunos todavía despiertan a la mañana siguiente sensación de letargo. Una razón importante para esto es debido a que sus ciclos de sueño no están correctamente optimizados.
Algunas de las causas de la baja calidad del sueño son el estrés, la mala alimentación, quedarse despierto hasta demasiado tarde, el alcohol, los desequilibrios hormonales, la fatiga suprarrenal y la exposición a la luz excesiva en la noche que suprime la melatonina.
Algunas soluciones a estos problemas son: exponerse a la luz solar temprano en la mañana y evitar la cafeína durante la tarde.
4. Estrés
El estrés se vuelve problemático porque eleva los niveles de cortisol y otras hormonas del estrés. Esto le impide desconectar y entrar en estado de calma para obtener descanso de calidad por la noche.
Las soluciones posibles son la meditación, el yoga, terapias de masaje, tai chi, caminar y desconectar tu teléfono.