Queremos que el trabajo sea divertido . Y no solo por diversión: muchas personas rinden
más cuando están relajadas y se sienten bien. El humor puede contribuir a este ambiente; la risa fomenta la camaradería entre los compañeros de equipo. También puede ser un indicador de que conectas y trabajas bien con tu equipo o cliente.
Sin embargo, lo que a ti te parece gracioso puede no ser lo mismo que a los demás. De hecho, incluso podrían pensar que tus palabras son mordaces u ofensivas. Cuando un chiste sale mal, te encuentras con personas molestas y, a veces, reacias a interactuar contigo. Para ayudarte a evitar esa situación, aquí tienes consejos sobre cómo usar el humor conscientemente en el trabajo.
Evaluar rápidamente
Es buena idea evaluar cómo te estás presentando en una reunión. Debes asegurarte de que la percepción que tienes de ti sea la que deseas. Evaluar tu marca no tiene por qué ser un proceso largo y arduo; puedes analizar rápidamente cómo te está impactando el humor. Aquí tienes tres pasos para hacerlo:
Primero evalúa el nivel de energía en la sala después de contar un chiste. ¿Hubo una bajada repentina de energía? ¿Se quedaron todos en silencio? ¿Te sientes incómodo? ¿Alguien se rió o soltó una risita disimulada para ser amable?
Luego, observa el lenguaje corporal de los demás. Fíjate: ¿se mueven nerviosamente, se miran las manos o ponen los ojos en blanco? El lenguaje corporal nunca miente; te dará pistas sobre cómo te está afectando el humor. Imagina que el sonido está apagado en la habitación; ahora, ¿cómo describirías la escena tal como la ves?
Por último, observa qué sucede después de tu chiste y la reacción que genera. ¿Alguien dice: «Bueno, sigamos adelante» o «Volvamos a la conversación»? Si es así, es señal de que tu humor no funciona.
Si tu humor no funciona para tus compañeros o compañeros de equipo, esto es lo que puedes hacer: Sé transparente y deja que la gente sepa que estás bromeando.
Hazle saber a la gente que estás bromeando o tomando el pelo a alguien. Los mejores comediantes preparan sus chistes con la debida anticipación; tú también deberías. No pilles a los demás desprevenidos y luego digas «Solo bromeaba»; si lo haces con frecuencia, te ganarás la reputación de mentiroso. Considera el contexto y sé transparente al compartir un chiste para que la gente esté preparada para el final. No puedes dar por sentado que todos entienden tu sentido del humor y saben cuándo estás bromeando y cuándo no.
Solicita retroalimentación
Siempre es bueno pedir retroalimentación con frecuencia . No es necesario hacerlo después de cada conversación. Pero si sientes que tu humor no está calando con tu equipo o compañeros, pide retroalimentación a tu compañero o a alguien que conozca tu estilo de comunicación.
Puedes hacer preguntas como:
- Entonces, ¿cómo crees que mi humor llega a la sala?
- ¿Qué impresión me transmito en las reuniones?
- ¿Podrías compartir una cosa que podría hacer mejor en mis interacciones?
Deja de bromear con algunas personas
Hay momentos y lugares donde el humor simplemente no funciona. Algunas personas en el trabajo podrían no creer que el humor sea apropiado o pensar que tu humor es inapropiado. El humor es algo delicado; puede ser contraproducente y no funcionar en el momento. Quizás hayas visto a comediantes fracasar o probar diferentes chistes en un ambiente discreto para ver si funcionan. A veces tu humor no impacta, y no pasa nada. Detente y observa al público. No todo en el trabajo puede ser gracioso, especialmente si se trata del rendimiento laboral y la capacidad de las personas para ganarse la vida. Recuerda que la comedia debe ser positiva, no negativa; no te metas con quienes tienen menos capital social que tú. Siempre usa los chistes y el humor con criterio. Recuerda que estás en el trabajo, no en un escenario.
Sé tú mismo
Por otro lado, también es importante ser tú mismo. No puedes serlo todo para todos. Habrá gente a la que no le guste tu humor, y no pasa nada. No intentes ser alguien que no eres. Reflexiona: ¿cuál es tu verdadero norte? ¿Cuáles son tus valores fundamentales? ¿Cómo actúas cuando estás profundamente alineado con tu verdadera identidad? Si el humor es importante para ti, aprovéchalo. Y si no es bienvenido en tu trabajo… quizás sea hora de buscar otro puesto.
La risa en el trabajo es genial; anima el ambiente, fomenta la camaradería y facilita la generación de ideas. Pero a veces tus chistes no te convencen; de hecho, puede que algunos compañeros no te entiendan en absoluto. Sé fiel a ti mismo. Sabe cuándo y con quién es apropiado bromear… y recuerda que la comedia siempre debe ser positiva, no negativa.
