Como líder, he leído bastantes currículums. Estas breves reseñas profesionales suelen destacar las habilidades técnicas del candidato, es decir, todo lo que ha aprendido o desarrollado durante su carrera profesional. Rara vez un currículum incluye las habilidades blandas, o los comportamientos aprendidos que le permiten realizar su trabajo de forma eficaz y eficiente. Sin embargo, estos rasgos y atributos son cada vez más importantes en el entorno laboral porque se relacionan directamente con la cultura de la empresa.
La cultura de una empresa se define en gran medida por sus empleados. Los ejecutivos y líderes marcan la pauta con sus acciones, lenguaje corporal y estilo de comunicación. Estos gestos se transmiten a los empleados de la organización. Un lugar de trabajo con un líder excesivamente comunicativo que pregunta a diario cómo están sus empleados y cómo les fue el fin de semana demuestra una actitud positiva.
Este comportamiento se integrará en los empleados, quienes comprenderán el valor de conversar con sus compañeros y conocerlos. Estas habilidades interpersonales se adquieren con el tiempo, al observar cómo interactúan sus líderes en el trabajo. Dicho esto, aquí hay tres habilidades interpersonales cruciales que, en mi opinión, los líderes necesitan para tener éxito en el entorno laboral actual.
Inteligencia emocional
El trabajo puede ser exigente y estresante. Ya sea que un proyecto que has liderado con entusiasmo durante meses se detenga por falta de presupuesto, o que un cliente solicite un nuevo producto en un plazo desproporcionado, los cambios repentinos pueden trastocar tus planes. Puede ser extremadamente frustrante que sucedan este tipo de cosas, pero por eso los líderes necesitan inteligencia emocional para afrontar estos desafíos adecuadamente. Los arrebatos repentinos, las explosiones y otras manifestaciones públicas de emociones pueden alarmar a los empleados.
Al principio de mi carrera, trabajé en lugares de trabajo tóxicos donde los líderes maltrataban a las personas. Por eso es importante que los líderes recuerden que los demás (incluidos los empleados de menor rango) observan sus acciones, por lo que presentarse con respeto es fundamental. La inteligencia emocional implica gestionar las propias emociones y, al mismo tiempo, reconocer las emociones de los demás. Claro, habrá muchas ocasiones en las que te sientas abrumado, pero tomarte un segundo para hacer una pausa, respirar hondo y tener una conversación valiosa que lleve a una solución será mucho más beneficioso.
Por ejemplo, Gary Vaynerchuk, un reconocido ejecutivo de alto nivel, destaca esta mentalidad en su marco LOVE. El acrónimo LOVE significa aprendizaje, observación, valor y ejecución. Esta estrategia integral se puede aplicar fácilmente a cualquier ámbito de la vida, ya que su relevancia es aparentemente ilimitada. Por ello, implementar esta estrategia en el entorno laboral puede ser útil incluso en las situaciones más singulares.
Por ejemplo, supongamos que un empleado está angustiado y acude a ti en busca de ayuda, o quizás has notado que parece distante. Aprender estas habilidades blandas, como la inteligencia emocional, puede ayudarte en estos casos a observar la situación con atención y comprender mejor sus necesidades. De esta manera, puedes asegurarte de brindarle la ayuda más valiosa posible al ejecutar una estrategia. Ya sea que esté pasando por algo personal como un divorcio, sintiéndose poco valorado en el trabajo o lidiando con otros desafíos no mencionados, estar presente para ayudarlo a resolver problemas demuestra que te preocupas por él como persona y deseas que prospere.
Adaptabilidad
Las empresas con enfoque digital, como las de software o tecnología, están demasiado acostumbradas al cambio. Sin embargo, el cambio ocurre en todos los sectores. Nuevos liderazgos, reorganizaciones, procesos actualizados y la pérdida de compañeros de equipo son solo algunos ejemplos en los que la adaptabilidad será necesaria en el trabajo. Ser adaptable significa ser capaz de adaptarse y pensar con rapidez sin sentir que te están quitando el piso de debajo de los pies.
Aunque el cambio puede ser difícil, a menudo es lo mejor para la empresa. La innovación requiere cambio, ya que los equipos identifican nuevas maneras de reevaluar las prácticas existentes y detectar áreas de mejora. Esto puede generar un mayor crecimiento e impulsar la incorporación de nuevas metodologías y tecnologías. Un líder adaptable acepta el cambio y encuentra la manera de gestionarlo con facilidad.
Por ejemplo, cuando comenzó la pandemia, innumerables empresas, incluida la mía, se vieron obligadas a adaptarse al teletrabajo. Sé que sin adaptabilidad, esto no habría sido posible. Los líderes que pueden trabajar en entornos diversos y flexibles y adoptar nuevas prácticas con facilidad pueden ayudar a sus equipos a prosperar en momentos vulnerables. Cuando las personas ven que te adaptas a la corriente y te adaptas a las nuevas situaciones, otros seguirán tu ejemplo.
Escucha activa
La escucha activa es un ingrediente clave en el entorno laboral. De hecho, Caroline Castrillon, fundadora de Corporate Escape Artist, destaca varias maneras en que la escucha activa puede contribuir a un mejor liderazgo. Y sus beneficios no se limitan solo a los líderes. Estos beneficios también se extienden a los equipos y a los socios comerciales externos.
Así pues, aunque los líderes estén acostumbrados a que los demás los escuchen, esto no significa necesariamente que este enfoque descendente siempre sea lo mejor para su empresa. Por ejemplo, un subordinado directo podría tener una opinión sobre una nueva estructura o proceso que no funciona bien. En esta situación, es importante escuchar atentamente sus quejas antes de apresurarse a proponer una solución. Interrumpirlos puede alterar su hilo de pensamiento o incluso hacerles creer que no se está realmente al tanto de lo que está sucediendo.
Dado que la escucha activa requiere prestar atención a las señales verbales y no verbales, evita la tentación de tomar notas en la computadora o revisar el correo electrónico en el teléfono. Deja de lado las distracciones y escucha atentamente lo que la persona tiene que decir, ya que estas señales demuestran que estás completamente concentrado y prestando atención. Al terminar la conversación, puedes hacer preguntas abiertas para comprender mejor la situación o resumir lo que dijo la persona para asegurarte de comprender completamente sus ideas. Frases como «Entonces, si te entiendo bien…» o «Si entiendo lo que dices…» son algunas opciones que me gusta usar para resumir una conversación.
Las habilidades blandas son habilidades necesarias
El análisis de datos, la contabilidad, la programación y el marketing en redes sociales son habilidades técnicas vitales, pero las habilidades blandas pueden realmente diferenciar a un líder. Puedo dar fe de mi experiencia con habilidades blandas como la inteligencia emocional, la adaptabilidad y la escucha activa, que son especialmente útiles para construir relaciones saludables con los colegas. Estos comportamientos aprendidos son esenciales para ayudar a las organizaciones a prosperar y destacar en el competitivo mercado actual.