¿Trabajar duro y pasar desapercibido? Lo he visto muchísimas veces. Mucha gente asume que su trabajo hablará por sí solo, solo para ver cómo otro se lleva el mérito. Aunque parezca increíble, solo uno de cada tres trabajadores en Estados Unidos puede afirmar con seguridad que ha sido reconocido o elogiado por su trabajo la semana pasada. ¿Y cuando no te sientes valorado? Tienes el doble de probabilidades de empezar a buscar trabajo. Mientras tanto, ¿quién sabe cómo jugar? Consigue ascensos, aumentos y todo el crédito.
Es frustrante, pero la verdad es esta: el reconocimiento no se da por sí solo. Hay que forzarlo. Por eso, es fundamental ser estratégico, asumir la responsabilidad de los logros y asegurarse de que las personas adecuadas vean tu impacto. Aquí tienes cinco estrategias de liderazgo en la oficina que te ayudarán a destacar y a obtener el reconocimiento que mereces.
Ofrécete como voluntario para oportunidades
¿Quieres destacar? Deja de esperar que te digan qué hacer. La manera más rápida de destacar es liderando, sobre todo en las tareas que otros evitan.
¿Tu equipo está saturado de preparativos para una presentación importante? Involúcrate. Ofrécete a pulir las diapositivas, investigar o coordinar todo. Mientras otros dudan en asumir más responsabilidades, tú estás demostrando que eres la persona indicada. Y cuando el equipo directivo esté pensando en quién está listo para un rol más importante, recordarán quién dio un paso al frente.
Además, el voluntariado puede hacer que el trabajo sea más interesante. Rompe la rutina, presenta nuevos desafíos y te da la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades. Cuando tomas las riendas, tus contribuciones se vuelven imposibles de ignorar. Así que, la próxima vez que veas un proyecto, evento o problema que requiera atención, aprovecha el momento. Nunca se sabe qué puertas podría abrir.
Construir relaciones con líderes sénior
Si los directivos conocen tu nombre y lo que aportas, ya llevas ventaja. La clave no está en forzar las conexiones. Se trata de crear oportunidades naturales para interactuar. Participa en un proyecto que les interese, únete a un comité que apoyen o simplemente intenta estar en los mismos espacios que ellos. ¿El objetivo? Llamar su atención de una forma que se sienta auténtica.
Y aquí está la cuestión: Tu jefe o tus altos directivos pueden ver los resultados de tu trabajo, pero eso no significa que entiendan todo lo que implica. Un correo electrónico rápido, una charla informal o una breve actualización pueden asegurar que los directivos realmente vean lo que aportas. ¡Y no esperes a la revisión anual para hablar de tus logros! Conviértelo en un hábito.
Construir relaciones con quienes toman las decisiones lleva tiempo, pero vale la pena. Una de las mayores ventajas es tener a alguien presente que te apoyará incluso cuando no estés presente. Un defensor sólido puede abrir puertas que ni siquiera sabías que existían.
Sea proactivo con los proyectos
El voluntariado es genial, pero si de verdad quieres ir más allá, empieza a pensar en grande. En lugar de simplemente intervenir donde se necesita ayuda, busca maneras de encargarte de proyectos que realmente generen un cambio.
Empieza por prestar atención a lo que realmente le importa al liderazgo. ¿Qué proyectos surgen con frecuencia en las reuniones? ¿En qué áreas la empresa intenta crecer? Si ves una deficiencia, no esperes a que te la asignen. Presenta una solución. Di: «He visto que estamos trabajando para mejorar la eficiencia del equipo. He estado probando un nuevo sistema que podría agilizar las cosas. ¿Puedo elaborar un plan para implementarlo?».
Este cambio cambia la percepción que la gente tiene de ti. Pasas de ser útil a ser alguien que resuelve problemas, es decir, el tipo de persona que los líderes buscan en puestos más importantes.
Manténgase visible en el lugar de trabajo
Si nadie te ve, no piensan en ti. Y si no piensan en ti, estás perdiendo oportunidades. Estar presente (ya sea en persona o en línea) te mantiene presente cuando surgen oportunidades.
Asegúrate de que la gente escuche tus ideas. Antes de las reuniones, tómate un minuto para pensar en cómo puedes contribuir. ¿Tienes ideas sobre un tema clave? ¿Ves a tus compañeros teniendo dificultades con algo en lo que puedas ayudar? Dilo. Cuanto más te vean como alguien que aporta valor, más te asociarán con oportunidades.
Y si trabajas a distancia, no pases desapercibido. El Wall Street Journal descubrió que los teletrabajadores estadounidenses tuvieron un 31 % menos de oportunidades de ascenso que sus compañeros en la oficina. Esto es una llamada de atención. Sé explícito en las reuniones, participa en las conversaciones laborales y busca maneras de mantenerte en el radar de los líderes.
Sé auténticamente tú
Intentar ser alguien que no eres es agotador, y la gente se da cuenta de que es forzado. Si cambias constantemente para adaptarte a lo que crees que quiere el liderazgo, corres el riesgo de parecer falso o, peor aún, de que te ignoren por completo.
¿La verdadera manera de obtener el reconocimiento que mereces? Preséntate como la mejor versión de ti mismo , no como una imitación de alguien más. Si eres introvertido por naturaleza, no necesitas ser el que más habla. Simplemente haz que tu voz cuente al hablar. Si eres extrovertido, no bajes el tono solo para integrarte. Aprovecha tus fortalezas y deja que trabajen para ti.
La gente confía y recuerda a quienes son coherentes y auténticos. Cuando te sientes seguro de ti mismo, tu credibilidad aumenta, al igual que el reconocimiento que recibes. Los líderes toman nota de las ideas que parecen genuinas, y los compañeros de trabajo respetan a quien no intenta participar. Pero si cambias constantemente tu imagen, la gente puede pasar por alto tu verdadero impacto, y eso es lo último que quieres.
Si quieres reconocimiento, haz que sea imposible ignorarte. Toma la iniciativa, construye conexiones reales y asume tu impacto. Las personas adecuadas lo notarán y las oportunidades adecuadas surgirán. ¡Tú puedes!