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Prácticamente media humanidad contuvo la respiración al mismo tiempo frente al televisor aquel 20 de julio de 1969. El astronauta Neil Armstrong ponía un pie sobre la superficie de la Luna. Le siguió Edwin ‘Buzz’ Aldrin, su compañero en la misión Apolo 11, a la que también se apuntó Michael Collins. Pero solo Armstrong y Aldrin caminaron durante dos horas y media por nuestro satélite.

Con ellos iba un pasajero más inesperado: un Omega Speedmaster Professional. Este reloj había nacido más de diez años antes, en 1957, y había sido adoptado por miembros de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Algunos se convirtieron en astronautas de la misión tripulada Mercury-Atlas 8 del programa Mercury de la NASA, que se lanzó en 1962 y estuvo pilotada por Walter Schirra, quien llevó su propio Speedmaster CK2998. Ese fue el primer Omega que salió al espacio exterior, y orbitó la Tierra seis veces.

No fue el único, claro. En 1964, la NASA buscaba un reloj para todas sus misiones tripuladas. Cuentan en Omega que el director de Operaciones de Vuelos Tripulados por aquellos días, Donald K. ‘Deke’ Slayton, emitió una solicitud de cronógrafos de pulsera a diferentes fabricantes relojeros de todo el mundo. De entre todas las marcas que presentaron sus modelos para las pruebas pertinentes (exámenes térmicos, de choque, de vibración, de vacío…), solo el Omega Speedmaster sobrevivió. Así que el 1 de marzo de 1965 fue declarado flight qualified for all manned space missions (cualificado para el vuelo en todas las misiones espaciales tripuladas), y Omega se convirtió en la única firma proveedora de relojes para el Programa de Vuelo Espacial Humano de la NASA.

“El reloj era un respaldo de seguridad. Si, en la superficie lunar, los astronautas perdían la posibilidad de comunicarse con la Tierra o perdían la operatividad de sus cronómetros digitales de cabina, entonces lo único que les quedaba era el reloj que llevaban en la muñeca. Necesitaban tenerlo allí por si tenían algún problema”, ha dicho James Ragan, el ingeniero de la NASA que cualificó el Speedmaster.

Han pasado cincuenta años de la frase “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad”, que pronunció Neil Armstrong cuando pisó la Luna. El mundo sigue mirando al espacio (esta vez, a Marte y más allá), y Omega sigue desarrollando relojes lunares. El último, el Speedmaster Apolo 11 50th Aniversario Edición Limitada. Porque medio siglo no se cumple todos los días.

La nueva edición limitada de Omega tiene un precio de 32.300 euros.

EL NUEVO TRIPULANTE

Este reloj sigue el diseño del BA145.022 que Omega regaló a todos los astronautas del programa Apolo 11 tras el alunizaje. Fabricado en oro amarillo de 18 quilates, incluía un bisel de color burdeos, un calibre 861 y una inscripción en el fondo de la caja: “To mark man’s conquest of space with time, through time, on time” (“Para marcar la conquista del espacio del hombre con el tiempo, a través del tiempo, a tiempo”). Fue la primera edición conmemorativa numerada de Omega, con 1.014 ejemplares producidos entre 1969 y 1973.

¿Quiénes los recibieron? El primero de ellos fue a parar al presidente Richard Nixon, que lo devolvió porque en la Casa Blanca no se podían aceptar regalos. También se los entregaron, como se ha dicho, a los astronautas. Y cuatro se destinaron a líderes del sector suizo de la relojería y a políticos. A partir del número 33 de la edición se pusieron a disposición del público, con el grabado “Apollo XI 1969” y “The first watch worn on the moon” (“El primer reloj usado en la luna”), hoy muy buscados.

El nuevo Speedmaster Apolo 11 50th Aniversario Edición Limitada se ha reducido también a 1.014 piezas, que se entregan con una garantía de cinco años, como viene siendo habitual en Omega desde julio del año pasado. Sí, la caja de 42 mm con bisel burdeos (en cerámica esta vez), el brazalete, la esfera, los índices y las agujas también están realizados en oro de 18 quilates, pero un oro Moonshine, una nueva aleación cuyo color se inspira en la brillante luz de la Luna en un cielo oscuro. Esto es, algo más pálido que el oro amarillo común y con un brillo y un color más resistentes al paso del tiempo. El movimiento que alberga es el nuevo Master Chronometer Calibre 3861 de carga manual.

¿Y qué se puede leer en el reverso? En el aro exterior del fondo de caja, en el que se ha incrustado meteorito lunar, se recogen los años “1969-2019” y el número de edición limitada grabados y destacados en burdeos, así como un “Master Chronometer” sin color.