Con ciudades tan emblemáticas como Valencia, Málaga y Barcelona, la costa mediterránea española se ha ganado el reconocimiento mundial por sus pintorescas playas y su deslumbrante arquitectura, pero no solo las personas consideran esta extensa región su hogar. En el extremo occidental de Andalucía, el Parque Nacional de Doñana es uno de los refugios de vida silvestre más importantes de todo el país, ya que alberga una impresionante variedad de especies de aves y mamíferos en sus numerosas marismas. Desde aves zancudas migratorias hasta uno de los depredadores más esquivos de Europa occidental, esta reserva de renombre mundial ofrece uno de los mosaicos de flora y fauna más ricos de toda España.
Aunque el Parque Nacional de Doñana cuenta con varios cientos de especies de aves a lo largo del año, el refugio es quizás más conocido por sus aves zancudas, con una gran cantidad de animales llamativos que se alimentan en sus humedales. Uno de sus residentes más notables es el flamenco común, con miles de aves que se congregan cada año junto a otras especies comunes como la cigüeña blanca y la garza cangrejera. Además de las aves zancudas, los visitantes otoñales también deben estar atentos a las aves rapaces, con especies como el abejero europeo y el alimoche común que aparecen durante la temporada de migración, pero en términos de especies codiciadas, es difícil superar al águila imperial ibérica, un impresionante ave rapaz endémica de la Península Ibérica.

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Más allá de la avifauna, el Parque Nacional de Doñana también es conocido por ser un refugio seguro para uno de los felinos salvajes más raros del planeta: el lince ibérico. Esta escurridiza felina, que en su día estuvo al borde de la extinción, ha aumentado su población en las últimas décadas gracias a los ambiciosos esfuerzos de conservación realizados en todo el país, siendo Andalucía un escenario crucial para su recuperación. Aunque sigue siendo muy difícil de avistar hoy en día, la posibilidad de ver en persona a una de las criaturas más emblemáticas de España supone un gran atractivo tanto para los turistas nacionales como para los internacionales.
Si bien el lince ibérico es sin duda uno de los residentes más elogiados del Parque Nacional de Doñana, no es ni mucho menos el único mamífero que se puede encontrar durante una visita. En cuanto a los animales más pequeños, la reserva alberga mustélidos como el turón europeo y la comadreja menor, mientras que los zorros rojos han proliferado en toda la región gracias a la ausencia del lobo gris, un depredador que ha sido completamente extirpado de Andalucía. Además de sus numerosos mamíferos, la reserva es también un territorio privilegiado para las numerosas especies de reptiles de España, con residentes que van desde la tortuga de espuelas, una especie mediterránea famosa por su larga vida, hasta la lagartija de Carbonell, un pequeño animal endémico de la Península Ibérica.

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España atrae cada año a multitud de visitantes con su vibrante cultura, pero para aquellos que desean conocer la fascinante flora y fauna que habita en el país, pocos destinos pueden compararse con el Parque Nacional de Doñana. Si bien la temporada de migración es muy prometedora para los observadores de aves, también es un lugar ideal para avistar una de las especies felinas más emblemáticas del país, y eso es solo una pequeña parte de todo lo que el parque tiene para ofrecer. Si está planeando su próxima incursión ecoturística en Europa occidental, no se pierda este cautivador rincón de Andalucía, donde aves, mamíferos y reptiles autóctonos prosperan en sus límites como lo han hecho durante miles de años.
