Tokio es la definición perfecta de “metrópoli”. Su zona metropolitana, la más poblada del mundo, con cerca de 37 millones de personas, es un auténtico océano de vida que inunda al viajero con una colección infinita de estímulos y planes que hace rebosar los sentidos. Y para disfrutar al máximo de esta apasionante ciudad y sentir la paz y la calma que define al carácter japonés, aguarda Aman Tokyo, el primer hotel urbano de la prestigiosa cadena Aman.

Ubicado en el corazón del distrito financiero de Otemachi, a pocos pasos de la Estación de Tokio y frente a los Jardines del Palacio Imperial, Aman Tokyo es un autentico santuario urbano que ofrece a sus huéspedes una experiencia que fusiona el lujo contemporáneo con la herencia cultural japonesa.
Una joya arquitectónica de ADN japonés
Diseñado por el estudio Kerry Hill Architects, Aman Tokyo ocupa los seis pisos superiores del imponente Otemachi Tower, uno de los iconos arquitectónicos de la capital japonesa. Su arquitectura combina la estética minimalista de Aman con la de las residencias japonesas tradicionales, una fusión que se presenta a la perfección en cuanto se accede al vestíbulo principal es un ejemplo magistral: un atrio de casi 30 metros de altura concebido como una gigantesca linterna revestida de papel washi, cuya luz cálida transmite serenidad y solemnidad.

Los espacios se organizan a través de un engawa reinterpretado (el concepto de la arquitectura japonesa que conecta interior y exterior). En Aman Tokyo, este detalle crea un delicado vínculo entre el hotel y la panorámica urbana, invitando a contemplar los paisajes de Tokio y, en días claros, el Monte Fuji.

Los materiales —madera de ciprés hinoki, piedra, bambú y papel japonés— refuerzan la sensación de autenticidad, mientras que las 84 suites evocan la distribución de una residencia japonesa contemporánea: puertas correderas shoji, amplios baños de granito con bañeras ofuro y ventanales que enmarcan las vistas como si fueran pinturas.

Wellness y bienestar
Alojarse en Aman Tokyo es un placer para los sentidos que alcanza toda la plenitud en su spa. Con más de 2.500 metros cuadrados, el Aman Spa es verdadero oasis diseñado para el descanso, la introspección y la renovación. Con dos niveles, es el más grande dentro de un hotel en Tokio, con una espectacular piscina cubierta de 30 metros que parece suspendida sobre el skyline de Tokio, ademas de baños de estilo onsen, salas de tratamiento que incluyen terapias de acupuntura y espacios para yoga y pilates.

La experiencia gastronómica de Aman Tokyo es simplemente exquisita: diversa y refinada, ejemplifica el rol de la capital japonesa como uno de las mecas mundiales de la gastronomía. Los espacios gastronómicos del hotel aguardan con propuestas para todos los paladares. Así, Arva reinterpreta la cocina italiana con ingredientes locales de temporada, mientras que Musashi by Aman rinde homenaje al sushi Edomae en un entorno donde la artesanía gastronómica se convierte en espectáculo. The Lounge by Aman ofrece cócteles y té de la tarde con espectaculares vistas, mientras que The Café by Aman, a los pies del bosque Otemachi, apuesta por la sencillez de un bistró francés. Para los amantes de lo dulce, La Pâtisserie, propone panes, pasteles y chocolates elaborados en el propio hotel.

Experiencias culturales para enamorarse de Japón
Además, Aman Tokyo invita a sumergirse en la magia de la cultura japonesa mediante experiencias personalizadas como ceremonias del té, guiadas por maestros locales en salones diseñados para el chanoyu; talleres de ikebana y caligrafía, donde la creatividad se une a la espiritualidad, sesiones de meditación zen y prácticas de artes marciales como el kenjutsu, visitas privadas a establos de sumo o paseos guiados por los Jardines del Palacio Imperial.

Experiencias y detalles que convierten a Aman Tokyo en un espacio donde la cultura japonesa está presente en cada momento y cada rincón: un auténtico santuario urbano donde experimentar en primera persona el equilibrio perfecto entre tradición y modernidad que hace de Tokio todo un must viajero.
