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Todo al rojo: 120.000 kilos de tomates y 22.000 participantes en la Tomatina de Buñol

Participantes de más de 20 países llenan de color las calles de la localidad valenciana en esta fiesta de Interés Turístico Internacional.

Al grito de «¡tomate, tomate!» la 78ª edición de la Tomatina de Buñol (Valencia) ha arrancado a las 12.00 horas, puntual a su cita anual, en la que 22.000 participantes se han lanzado 120.000 kilos de verdura que han llenado de rojo y «adrelina» las calles de la localidad, en un año «complicado» y «difícil» tras el paso de la dana del 29 de octubre.

Por este motivo, el lema de este año, «Tomaterapia», no ha sido elegido «al azar» sino para «apartar lo malo y quedarnos con esta adrenalina y esta felicidad», ha resumido la alcaldesa, Virgina Sanz, que ha confirmado que esta edición, de nuevo internacional, con participantes de 20 países, ha agotado las 22.000 entradas a la venta y colgado el cartel de completo, algo que hacía años no sucedía.

De esta forma, la Tomatina ha devuelto a Buñol el color rojo y la «unión» a sus calles en esta fiesta declarada de Interés Turístico Internacional en 2002. El tradicional disparo de un cohete ha dado inicio a la lluvia de 120.000 kilos de tomates, que este año provienen de la empresa extremeña Alius Trading 2015 S.L, con sede en Don Benito y que se han repartido en siete camiones.

La 78ª edición ha avanzado rápidamente y con el segundo camión ya el rojo era el color dominante de Buñol. Antes de la batalla, miles de personas se han congregado en las calles para bailar y refrescarse recibiendo agua desde los balcones.

Este año la fiesta no ha estado exenta de reivindicación: en los primeros minutos antes de la llegada del primer camión al Ayuntamiento, varios participantes han desplegado una gran bandera palestina por encima de la multitud y otras más han salpicado todo el recorrido.

Una vecina de Buñol, en declaraciones a Europa Press, ha resumido lo que significa la ‘Tomatina’: «Para mí pura adrenalina, y la mejor fiesta que tenemos aquí; a la gente se la acoge como uno más del pueblo; abrimos las puertas a toda la gente de fuera. A Buñol nos afectó la dana pero es una demostración de que el pueblo sale adelante y esto va por toda la gente afectada, que podemos salir adelante y es una fiesta que no hace daño».