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Un refugio icónico en las alturas de Tokio

Ubicado en el prestigioso distrito financiero de Nihonbashi, el Mandarin Oriental, Tokio, encarna el máximo esplendor arquitectónico contemporáneo y tradicional.

Tokio es una de las ciudades más excitantes del planeta, y disfrutarla desde el sofisticado Mandarin Oriental, Tokio, engrandece aún más la experiencia viajera. Magníficamente ubicado en el prestigioso distrito financiero de Nihonbashi, en el centro histórico y cultural de Tokio, el primer hotel de Mandarin Oriental Hotel Group en Japón encarna el máximo esplendor arquitectónico contemporáneo y tradicional.

Ubicado en los pisos 30 al 36 de la Nihonbashi Mitsui Tower -una de las obras maestras del arquitecto César Pelli-, el Mandarin Oriental, Tokio regala a sus huéspedes unas envidiables vistas panorámicas de la ciudad desde su lobby en el piso 38, diseñado al estilo de una galería de arte suspensa sobre Tokio. Desde esa altura, se pueden contemplar la torre Tokyo Skytree y, en días despejados, el icónico Monte Fuji. La torre conjuga arquitectura moderna con toques tradicionales japoneses: los materiales predominantes son la madera clara y el agua, creando una atmósfera inspirada en la naturaleza. 

Minimalismo cálido

El hotel cuenta con 178 habitaciones y suites, todas ellas con vistas espectaculares y una decoración equilibra el minimalismo moderno con elementos clásicos japoneses como yukatas y lámparas de papel. Las telas y el mobiliario han sido creados para entrelazar a la perfección el pasado, el presente y el futuro de Nihonbashi. Partiendo de una cuidadosa selección de materiales naturales, la diseñadora japonesa Reiko Sudo se basó tanto en su talento único como en la colaboración de innumerables maestros artesanos y tejedores de todo el país, para producir telas originales que reflejan la rica tradición artística y cultural de Japón a través del color, el estampado y la textura.

Como adornos únicos para las paredes, las Isegata (láminas con estampados tradicionales utilizadas para teñir kimonos) adornan cada habitación del Mandarin Oriental, Tokio, que preserva así una pieza del patrimonio japonés cada vez más escasa.

Experiencias gastronómicas de alto nivel

El hotel alberga 11 restaurantes y bares, entre ellos cocina cantonesa moderna, francesa e italiana, además de un lounge y una pastelería gourmet. Destacan tres restaurantes galardonados con estrellas Michelin: Sense (cocina cantonesa), Signature (alta cocina francesa) y el innovador Tapas Molecular Bar.

El célebre Pizza Bar on 38th es una de las pizzerías más exclusivas de Tokio y, también, una de las mejores del mundo: presencia constante en los rankings más prestigiosos, en su completa carta de cocina italiana destacan, sobre todo, las pizzas, servidas directamente del horno de ladrillo.

Y la experiencia del Mandarin Oriental, Tokio, se completa en el Spa in the Sky, ubicado en el piso 37, que ofrece tratamientos exclusivos en suites privadas equipadas con futones tradicionales, baños termales separados por género y vistas abiertas a la ciudad. Los masajes Kiatsu y circuitos de agua son experiencias relajantes con atención al detalle… Una experiencia perfecta más para definir cada momento que el viajero vive en el Mandarin Oriental, Tokio, una base perfecta para (re) descubrir la excitante capital de Japón.

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