Bienvenido al epicentro de una revolución cultural que trascendió lienzos y museos, dando forma a una manera de habitar el arte. Hoy, impregna la arquitectura de hoteles, donde se duerme entre obras, se baila con historias y se desayuna con creatividad. Descubre cómo el arte evoluciona con conciencia, dentro de la ciudad que rompió el molde.
Ámsterdam: refugio del arte y la libertad
En Ámsterdam el arte tejía una silenciosa resistencia cultural. Bajo la dirección de Willem Sandberg, el Stedelijk Museum protegió más de 500 obras escondiéndolas en el búnker de las dunas de Castricum. Este refugio se convirtió en el primer espacio subterráneo en los Países Bajos destinado a la conservación de la memoria cultural. Un valiente acto que salvó creaciones tan trascendentes como La Ronda de Noche de Rembrandt.
Hoy, esa declaración de principios liberales sigue resonando entre calles encantadoras, museos espectaculares y hoteles históricos. Sobre la muralla medieval se levantó el ‘Hotel Tivoli Doelen Amsterdam’, uno de los más antiguos de la ciudad. El arte y la historia aún se pueden respirar en cada detalle, desde tapicerías aterciopeladas hasta impresionantes arreglos florales. Tras el umbral de la suite 102 La Ronda de noche de Rembrandt iluminaba los ojos de aquellos que pudieron disfrutar de una estancia a pie del canal. Sin embargo, años después, el cuadro original se trasladó al Ayuntamiento, y más tarde al Rijksmuseum, donde se encuentra actualmente. No obstante, el hotel aún conserva una réplica en su suite despertando cierto interés entre sus huéspedes.
Así como el arte y la historia impregnan cada detalle del hotel, también destacan en la propuesta culinaria del ‘Restaurante Omber’. Inspirada en los pigmentos de Rembrandt, buscan jugar con la profundidad, los colores y la conservación, trasladando estos conceptos del pasado a la cocina contemporánea. Platos exquisitos que priorizan la calidad y sabor del producto, logrando una cocina que eleva los ingredientes desde su origen hasta el plato.
Situado en el corazón histórico de Ámsterdam, ‘Anantara Grand Hotel Krasnapolsky’ demuestra que ese espíritu artístico y libre sigue vivo. Este lujoso emblema de la ciudad se reinventa sin perder su vínculo con la historia. Su origen se remonta a 1866, cuando Adolph Wilhelm Krasnapolsky, un sastre polaco abrió un café que, con el tiempo, evolucionó hasta convertirse en este prestigioso hotel. Entre sus espacios más icónicos destaca el elegante Wintergarden, un invernadero donde la luz natural danza sobre su estilo Belle Époque. Desayunar aquí es como viajar a otra época: cuando el jazz animaba la sala y los vestidos de flecos se movían al ritmo de la música.
Ese ambiente evocador continúa en el ‘Grand Café Krasnapolsky’, que invita a disfrutar de una comida llena de historia, mientras una gran vidriera repleta de pequeños bocados dulces abre el apetito y el salón con vistas a la animada Plaza Dam.
Un arte sin técnica, una nueva forma de mirar el mundo
La ciudad se convirtió en un espacio de libertad creativa, donde las obras destacaban por su pureza cósmica dejando lo académico a medio camino. Artistas de diferentes partes de Europa publicaban bajo seudónimos lo censurado en sus países. A partir del siglo XX, esta libertad trascendió lo político para mudar a una estética revolucionaria: explorar lo abstracto, desmantelar la representación clásica y borrar los marcos que limitaban la experiencia artística.
Ese legado vive hoy en sus arquitecturas contemporáneas. El hotel ‘nhow Amsterdam RAI’, obra del estudio OMA, fundado por Rem Koolhaas, encarna la confluencia cultural que caracteriza Ámsterdam. Su estructura, compuesta por tres triángulos “rotados”, simboliza las conexiones globales: cada pieza representa una dirección del mundo, como si el edificio fuese un punto de unión entre Occidente y Oriente.
Las 650 habitaciones, distribuidas en 24 plantas, están tematizadas según los ocho puntos cardinales y cada orientación rinde homenaje a una cultura diferente a través de un diseño singular y evocador.
En la planta 24, el hotel revela su joya: ‘Selva Restaurant’. El rooftop por excelencia de la ciudad, donde podrás admirar Ámsterdam desde el cielo o desde la Amazonia, ya que tanto su diseño y propuesta culinaria están inspirados en Latinoamérica y sus sabores vibrantes. Ceviches, carnes y pescados se combinan con ingredientes típicos de México, Perú u otras regiones, ofreciendo a los comensales una experiencia inigualable.
Como broche final, el ambiente místico de ‘Sonora Cocktail Bar’, en la misma planta, eleva la noche a otro nivel. Sus cócteles de autor, aromas exóticos y sabores intensos, inspirados en leyendas latinoamericanas, transforman el momento en una experiencia sensorial única.
Mondrian y la búsqueda de un arte universal
Piet Mondrian, uno de los artistas más influyentes del SXX y pionero en la abstracción geométrica, cuenta la historia de esta pintoresca ciudad a través de su revolucionaria expresión artística. Organizaba la realidad con un propósito claro: movimiento, equilibrio y pureza. En sus obras hace uso de líneas imaginarias, que más tarde haría visibles sobre el lienzo. El movimiento ‘De Stijl’, del que es miembro, propone una manera nueva de ver y sentir a través de un lenguaje visual universal: líneas rectas, formas geométricas y colores primarios.
El hotel ‘Avani Museum Quarter Amsterdam’ invita a sus visitantes a descubrir esta nueva mirada del mundo, a solo 500m de Museum Quarter. Dormir aquí es como sumergirse en un cuadro de Mondrian: líneas minimalistas, patrones geométricos y grandes ventanales que se abren a vistas panorámicas del canal. Es el lugar ideal para quienes aman el arte, los cafés y las experiencias diferentes. Entre sus propuestas culturales destaca ‘Avani X This is Eden’, una sorprendente fusión de meditación, danza y electrónica que permite reconectar al ritmo de la música. Además, Avani refleja su compromiso con la sostenibilidad en su propuesta gastronómica. Su menú ‘helthy’ y consciente permite disfrutar de platos equilibrados y llenos de sabor sin renunciar a lo saludable.
Stedelijk Museum: ‘no existe una sola historia del arte’
Si lo que buscas son piezas únicas con historias singulares y revolucionarias, Stedelijk Museum es tu sitio. Un espacio moderno que a lo largo de los años ha ido metamorfoseando junto con la ciudad. En 1938, Willem Sandberg decide pintar de blanco todas las paredes del museo y mantener las salas sin decorar. Una radical decisión que nace bajo el concepto ‘cubo blanco’: un espacio neutro, donde la obra no compite con el entorno. Con el objetivo de promover un diálogo entre el cuadro y la persona. Décadas después, el museo vuelve a tomar otra apariencia. Tras la construcción de una nueva ala, conocida como ‘la bañera’, y una entrada abierta a la plaza, el museo pasa a estar integrado en la ciudad compartiendo protagonismo con el resto de los museos.
Este diálogo entre pasado y presente alcanza al patrimonio arquitectónico de la ciudad. El hotel ‘NH Collection Amsterdam Barbizon Palace’, reinterpreta la historia sin dejar de mirar a futuro. Ubicado en la parte más antigua de la ciudad, combina varios edificios históricos del siglo XVII, junto con la capilla Sint-Olf, del siglo XV, transformando su apariencia y utilidad con el paso del tiempo. Lo que fue un lugar de culto, ahora es un impresionante espacio de eventos conservando el título de la estructura religiosa más antigua de la ciudad. La experiencia del hotel abraza su reciente apertura: ‘Vermeer restaurant’, un pequeño restaurante, donde sentirás que las agujas de la Torre del Reloj se detienen. Aquí los ingredientes de temporada son los grandes protagonistas transformándose en platos extraordinarios con texturas y sabores honestos. Una propuesta gastronómica que, acompañada con un cálido ambiente, despierta entre sus comensales una reconfortante sensación hogareña.
Una ciudad que nunca cerró la puerta
Hoy el arte se cuestiona y se admira entrelazándose con la vida cotidiana. Museos como el Stedelijk Museumson el reflejo de las ideas que están dando forma al presente. Sus obras dialogan con temas que deben preocupar y ocupar el ahora. Una visión que se filtra por las paredes del museo reconfigurando los espacios donde dormimos, bailamos y desayunamos. Hoteles donde el diseño, la conciencia y la experiencia sensorial son los grandes protagonistas del viaje. Porque en esta ciudad, el arte y los hoteles te reciben con las puertas abiertas.