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Bairro Alto Hotel: una joya del diseño donde (re) enamorarte del barrio más bohemio de Lisboa

Lisboa se muestra más seductora que nunca desde el Bairro Alto Hotel, el pionero en el concepto de hoteles boutique de cinco estrellas en Portugal.

Tranvías a ritmo quedo, comercios tradicionales que rebosan de ultramarinos, honradas casas de comidas repletas de parroquianos donde la gastronomía popular portuguesa conquista el paladar y el alma y, también, galerías de arte, ateliers de diseñadores, cafés de especialidad, librerías históricas, bares y clubes en los que la noche se expande, restaurantes Michelin y los ecos de los paseos de Fernando Pessoa: en las calles de Chiado y el Bairro Alto, Lisboa brilla como en ningún otro lugar. Las zonas más bohemias de la seductora capital portuguesa son un must que no puede faltar en nuestro pasaporte viajero, y un lugar tan especial merece ser vivido desde un establecimiento no menos seductor: el Bairro Alto Hotel, el pionero en el concepto de hoteles boutique de cinco estrellas en Portugal. 

Donde es Lisboa

Desde su inauguración en 2005, el Bairro Alto Hotel se ha convertido en un protagonista de la capital portuguesa, integrándose en la vida cotidiana de su entorno. Un vínculo con la comunidad local que refuerza bajo el lema «Where Lisbon is». Ubicado entre el sofisticado Chiado y el bohemio Bairro Alto, el hotel equilibra lo clásico con lo contemporáneo, el pasado con el presente, siempre con una dosis de irreverencia.

Además, en un momento en que la arquitectura y diseño portugueses están concitando -por fin- la atención internacional que merecen, Bairro Alto Hotel puede presumir de ser uno de las mejores muestras de ello. En 2016, el hotel, ubicado en un complejo del siglo XVIII, inició a una ambiciosa remodelación que duplicó su tamaño y mantuvo su esencia. 

Diseño y sensibilidad

Su arquitectura, diseño e identidad gráfica fueron confiados a un auténtico dream team creativo: Eduardo Souto de Moura, premio Pritzker 2011, se encargó de mantener las líneas originales del edificio, pero con una reinterpretación contemporánea, al que se añadieron tres edificios adicionales, nivelándolos entre sí sin alterar su identidad. El diseño de interiores corrió a cargo de Atelier Bastir, el mismo estudio que creó el estilo original en 2005, y su trabajo aunó lo clásico con lo contemporáneo mezclando materiales y texturas -maderas, mimbre, mármol y azulejos-, junto con piezas de diseñadores portugueses e internacionales. Por su parte, thestudio se ocupó del restaurante BAHR & Terrace y de la identidad gráfica del hotel, asegurándose de que su ADN permaneciera intacto y manteniendo su sofisticación atemporal. 

Un hotel con alma lisboeta

El arte también es protagonista. El hotel alberga obras de artistas portugueses como Rui Chafes, Julião Sarmento y Pedro Cabrita Reis. Destaca un gran tapiz de macramé de Diana Menezes Cunha, que recorre tres plantas y evoca las colinas de Lisboa. La artesanía local está presente en alfombras, cortinas, colchas y cerámica.

La renovación duplicó el tamaño del hotel hasta los 9.000 metros cuadrados, y hoy suma 87 habitaciones, incluidas 22 suites de hasta 150 metros cuadrados, concebidas para familias o viajeros que buscan amplitud. En todas las habitaciones se ha potenciado el protagonismo de la bellísima luz natural lisboeta, y también todas ellas cuentan con con productos de baño Le Labo, menú de almohadas y acceso al Wellness & Fitness Center. Aquí se puede disfutar de un gimnasio con equipamiento Technogym, pared de kinesis, sauna y ducha sensorial, además de masajes y entrenadores personales. Además, el Bairro Alto Hotel es el primero en Lisboa en ofrecer productos de la prestigiosa marca de cosmética natural Suzanne Kauffmann.

La oferta gastronómica del hotel también se ha ampliado, y merece la visita por sí misma. BAHR & Terrace, el restaurante de la quinta planta, es un restaurante bohemio y provocador que rinde homenaje a los personajes históricos del Bairro Alto y su cocina, inspirada en la gastronomía portuguesa, se basa en ingredientes de temporada y sostenibilidad. La terraza ofrece una de las mejores vistas del río Tajo. En la sexta planta, el Rooftop es un espacio más íntimo con una vista espectacular. En la planta baja, la Pastelería rescata la tradición lisboeta con un toque innovador, sirviendo café de especialidad y dulces elaborados diariamente. La Mezzanine, entre la planta baja y la primera, es un rincón acogedor para leer o disfrutar de una charla tranquila.

Para eventos, el hotel cuenta con cuatro salas de reuniones con luz natural y decoración elegante, entre las que destaca la Ellipse Room, pintada de azul cielo y con vistas a Largo Barão de Quintela, ideal para presentaciones y eventos sociales.

Con más espacios, servicios y un diseño cuidado hasta el más mínimo detalle, el Bairro Alto Hotel sigue siendo un referente en Lisboa, tanto para los viajeros como a los propios lisboetas: un lugar elegante y auténtico, perfecto para disfrutar al máximo de una de las ciudades más maravillosas del mundo.

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