Fronterizo con Francia, Valais es uno de los cantones más exclusivos y bucólicos de Suiza. Tiene todo lo que los viajeros pueden esperar de la república helvética: naturaleza prístina enmarcada por cumbres alpinas, bosques inmensos, lagos y glaciares, y pueblos de montaña tan increíblemente bellos como Morgins. un idílico pueblecito ideal para quienes buscan el equilibrio perfecto entre naturaleza, deporte y tranquilidad.

Morgins es mucho más que un destino turístico: es una puerta a la esencia misma de los Alpes, un lugar que encaja a la perfección con la imagen soñada que tenemos de Suiza. Enclavado en el Val de Morgins, a 1.350 metros de altitud, Morgins es la última parada suiza antes de la frontera con Francia e, históricamente, la localidad es punto de conexión clave entre ambos países dentro de Portes du Soleil, uno de los mayores dominios esquiables transfronterizos, con 12 estaciones, más de 650 kilómetros de pistas y 214 kilómetros de circuitos de esquí de fondo, además de 195 teleféricos y remontes que se pueden utilizar con un solo forfait, lo que da acceso a pistas a una altitud media de entre 1.000 y 2.466 metros.
Helvetia Hotel Morgins, la mejor opción para disfrutar Morgins
La experiencia de viajar a Morgins se enriquece todavía más con la propuesta del Helvetia Hotel Morgins, un auténtico refugio alpino de exclusividad y buen gusto que cuenta con 29 habitaciones, salas de conferencias, zona de SPA y restaurante, y está ubicado en el corazón de la localidad. El hotel, que fue adquirido a finales de 2024 por el Grupo Kiluva, presidido por Félix Revuelta, es la mejor opción para enamorarse de la esencia de este pueblo alpino en cualquier época del año.

Con numerosas tiendas, restaurantes y servicios a unos pasos, la ubicación del Helvetia Hotel Morgins es simplemente ideal: además, los remontes se encuentran en las inmediaciones, permitiendo una conexión directa con las excelentes pistas de Portes du Soleil.

Gracias a su orientación privilegiada, Helvetia Hotel Morgins disfruta de una excelente exposición al sol durante todo el año y ofrece a sus huéspedes vistas despejadas de los Alpes. Para los amantes de la montaña y de los deportes al aire libre, ya sea explorando senderos en verano o deslizándose por la nieve en invierno, el Helvetia Hotel Morgins es el refugio idóneo para disfrutar del encanto de la alegría de la vida al modo suizo.
Pura esencia alpina
Morgins es disfrutable durante todo el año. En invierno, la nieve cubre los tejados de sus chalés tradicionales y las montañas se convierten en un paraíso para los amantes del esquí. Cuando la nieve se funde y la primavera despierta, Morgins se viste de verde, los prados alpinos florecen en un verdor infinito y los senderos se convierten en caminos hacia la más pura reconciliación con la vida: puro nirvana alpino mecido por la brisa, el calor en las mejilla del sol amable suizo y una banda sonora de agua, pájaros y la quietud más perfecta…

Morgins no solo es un destino para los amantes del turismo activo. Sus calles atesoran chalets y construcciones de corte tradicional, y en ellas se respira un ritmo de vida pausado. En los restaurantes locales se pueden degustar especialidades del Valais, como la raclette y la «assiette valaisanne», acompañadas de vinos de la región. En temporada, los albaricoques del Valais y las peras Williams protagonizan postres tradicionales, mientras que licores como el abricotine aportan el toque final a una comida alpina.

El Tour des Portes du Soleil es solo una de las rutas de senderismo que atraviesan la región, enmarcadas por las vistas panorámicas de los majestuosos Dents-du-Midi y el macizo del Mont-Blanc. Hay senderos temáticos, como la Ruta de los Planetas o el Sendero de los Puentes, que permiten descubrir la flora local, con numerosas especies endémicas, como algunas variedades de orquídeas. Para quienes prefieren la bicicleta de montaña, hay más de 50 rutas y un Bike Park que atraviesa la frontera entre Suiza y Francia.
Gracias a su ubicación, Morgins también es un excelente punto de partida para descubrir los alrededores. A pocos kilómetros, los baños termales de Val-d’Illiez ofrecen un espacio de relajación, mientras que el mítico lago Lemán, a apenas unos kilómetros, espera con un paisaje completamente distinto y una de las rutas automovilísticas más glamorosas de Europa. Y, la cercana Champéry, con su entorno montañoso, complementa la experiencia de quienes buscan una conexión más profunda con los Alpes… Viajar a Morgins es toda una experiencia de viaje, aún más irresistible y disfrutable viviéndola en el Helvetia Hotel Morgins.