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Sudáfrica, un paraíso natural comprometido con el turismo sostenible

Lion's Head, Ciudad del Cabo, Sudáfrica

El sobrenombre con que se conoce a Sudáfrica le hace toda la justicia. El país del arcoiris lo es, además de por su condición de asombroso mosaico de culturas -el país tiene nada menos que doce lenguas oficiales y una grandísima variedad y diversidad de pueblos y religiones-, por su increíble patrimonio natural, único en el mundo, formado por también una variedad casi inacabable de ecosistemas.

Sudáfrica espera a los viajeros con playas de belleza inaudita pobladas por miles de pingüinos a auténticas obras maestras de la Naturaleza, protegidas por la UNESCO, pasando por, desde luego, los terrenos salvajes más puros del planeta- en los que reinan, sin discusión, los Cinco Grandes. Una colección de planes y estímulos viajeros en los que manda la sostenibilidad, impulsada por las autoridades del país.

En los últimos años, viajar de un modo sostenible se han convertido en uno de las grandes tendencias viajeras. Un modo de viajar en continuo crecimiento y en el que los viajeros buscan viajar de un modo sostenible con el medio ambiente, respetuoso con las comunidades locales de los lugares que visitan y minimizando su impacto en el entorno. Por eso, eligen destinos que les ofrezcan opciones sostenibles pero sin que ello signifique renunciar a vivir experiencias únicas. Y con su firme apuesta por la sostenibilidad y el impulso a planes e iniciativas de turismo responsable y sostenible, Sudáfrica es uno de los países mejor posicionados del mundo para satisfacer esa demanda, ofreciendo una amplísima colección de experiencias auténticas que invitan a descubrir y disfrutar de su riqueza natural y cultural de manera responsable.

Compromiso con la conservación en los tesoros naturales sudafricanos

El ejemplo perfecto que muestra el equilibrio entre conservación y turismo responsable es que casi el 10% del territorio sudafricano -116.286 kilómetros cuadrados sobre una superficie total de 1.220.170- esta protegido bajo diferentes figuras, entre las que destacan las numerosas reservas naturales y los 21 parques nacionales sobre los que reina, por derecho, propio, uno de los santuarios de la naturaleza más impresionantes e importantes del mundo: el Parque Nacional Kruger.

Ubicado en el norte del país, en las casi dos millones de hectáreas de naturaleza salvaje que componen el parque, los visitantes pueden encontrar hasta 16 ecosistemas con importantes poblaciones de hipopótamos, jirafas, cebras, antílopes, guepardos y hienas, y, sobre todo, a los Cinco Grandes -el león, el elefante, el leopardo, el rinoceronte y el búfalo-, cuya contemplación es una experiencia viajera inolvidable.

El parque nacional Kruger es todo un verdadero tesoro de biodiversidad, que puede ser disfrutado de numerosas maneras -acampando en campamentos para todos los gustos y presupuestos, senderismo a pie por su naturaleza salvaje o en 4×4, entre otras muchas propuestas- ideales para observar la majestuosidad de la fauna africana en su más puro hábitat natural. De este modo, Sudáfrica demuestra que la exploración y la experiencia de viaje pueden ir de la mano con la protección de un entorno tan rico como el de Kruger, cuya preservación revierte en beneficio de las comunidades locales y que, además, se convierte en herencia para las generaciones futuras.

El compromiso del país con el turismo sostenible se ve reflejado en iniciativas que premian las prácticas responsables. Se reconocerá la calidad de una obra periodística que promueva un modelo de viaje ético y respetuoso. Estas acciones refuerzan el papel del turismo como una herramienta de conservación y desarrollo, consolidando a Sudáfrica como un referente en la materia.

Y es que, más allá de su impresionante patrimonio natural, el país impulsa iniciativas de turismo comunitario que fortalecen el desarrollo local y garantizan beneficios directos para sus habitantes. Este enfoque promueve un modelo de viaje consciente, donde cada experiencia contribuye a la preservación de los recursos y al bienestar de las comunidades.

Las Montañas Drakensberg pueden ser exploradas en rutas de senderismo aptas para todos los viajeros

¿Algunas de esas experiencias que no hay que perderse? Las rutas de senderismo que recorren las imponentes Montañas Drakensberg, los safaris fotográficos en el Parque de Elefantes de Tembe – en el norte del país, y que se creó en los años Ochenta para proteger a los animales de la caza furtiva-, bucear en las aguas cristalinas de la laguna de Langebaan, explorar los vestigios ancestrales de Cederberg, o quedarse sin aliento en La ventana de Dios, el mirador sobre el cañón del río Blyde -el tercero más grande del mundo- contemplando la vista que alcanza hasta las montañas de Lebombo, el parque Kruger e, incluso, la costa de Mozambique…

Experiencias de viaje que solo se pueden vivir en Sudáfrica, que son respetuosas con el entorno y las personas que los habitan, y que dejan una huella indeleble en quien las vive: el viaje perfecto espera en Sudáfrica.