La irrupción y disrupción de la nueva era de la Inteligencia Artificial ya se ha asentado en el modelo turístico. Ocio y negocio que abarcan una amplia gama de necesidades en las que no deben faltar la responsabilidad y la seguridad: desde la búsqueda de una guía de viaje personalizada a las herramientas propias de todo el proceso de gestión y comercialización. Millones y millones de datos en circulación permiten que las empresas tomen decisiones basadas en patrones determinados, y predicen tendencias que mejoran la eficiencia.
Ya sucede a la hora de evaluar acciones en las grandes centrales de reserva y sobre el terreno. ¿Un ejemplo? Predecir la llegada de medusas y algas invasoras con hasta cinco días de antelación a las playas (aplicación móvil Oceanaria de la Universidad de Málaga). Un reciente estudio de Amadeus (Navigating the Future: Cómo la Inteligencia Artificial Generativa está transformando el sector de los viajes) revela que la IA Generativa es la máxima prioridad, con los asistentes digitales, las recomendaciones personalizadas y la generación de contenidos como principales casos de uso. Eso sí, su presencia tardará en ser «significativa» unos «tres años o más», con un check list que incluye la seguridad (y calidad) de los datos, la falta de experiencia y formación, la infraestructura tecnológica inadecuada…
Otro informe de Amadeus apunta a que el 58% de los españoles afirma haber utilizado la IA Generativa. La IA, ¿cómo puede mejorar los viajes? señala a los early adopters: el 85% de los jóvenes de 18 a 24 años ya la ha utilizado. El 38% expresó su interés en utilizarla para «buscar ofertas de vuelos, hoteles y coches de alquiler; el 37%, para actividades y recomendaciones en el destino y el 34%, para la gestión de itinerarios de viaje». Y no falta la indispensable presencia del ‘factor humano’: la seguridad y la privacidad son las principales preocupaciones del 20% de los viajeros, seguidas por la falta de perspectiva humana (17%).
¿Más impresiones? eDreams ODIGEO compartió a comienzos del año pasado sus conocimientos y experiencias sobre la aplicación de IA en un evento organizado en Bruselas. El contexto era todo un desafío: «compatibilizar la garantía de seguridad con los avances tecnológicos, y establecer nuevas normas en un panorama en rápida evolución», para garantizar un marco normativo que refuerce a las empresas europeas y asegure su competitividad en el mercado global. Una «gobernanza responsable» para aprovechar todo el potencial de los datos.
La consultora MIO.One define, por su parte, a la IA «como el aliado necesario del sector turístico para optimizar la experiencia del viajero». «El sector turístico, subraya David Segura, su global strategy director, es uno de los principales motores económicos a nivel global, contribuyendo aproximadamente con el 10% del PIB mundial y generando millones de empleos. En este contexto, la IA se convierte en una herramienta indispensable para la transformación tecnológica de la industria turística, al permitir a las empresas adaptarse rápidamente a las necesidades de sus clientes y al entorno cambiante del mercado». Segura aporta algunos ‘casos de éxito’, «como los de British Airways (sillas de ruedas autónomas para aeropuertos); la cadena Meliá (automatización robótica de procesos en sus hoteles), o Balearia (facilitar el proceso de embarque sin contacto físico mediante el envío de tarjetas de embarque a través de WhatsApp)».
Desde el ámbito académico, la escuela de negocios EAE señala la importancia de un impulso tecnológico que propicia y propiciará «viajes más fáciles, personalizados y eficientes». Con factores como los avances en personalización y recomendaciones de viaje, el rol de los asistentes virtuales y chatbots de atención al cliente, el análisis predictivo para la demanda y planificación de viajes (y para la seguridad y prevención de riesgos en destinos turísticos), los sistemas de recomendación, el uso en traducción de idiomas y ‘guías de viaje inteligentes’, la dinámica de precios… Todo un portfolio de aplicaciones a las que se añaden -lejos de las concepciones ‘apocalípticas’, también presentes en el debate-, «algunas posibilidades emocionantes en el horizonte»: progresos en el marketing personalizado, en las realidades Virtual, Aumentada y Mixta y en el mantra de la sostenibilidad («puede desempeñar un papel crucial en la reducción del impacto ambiental»).
Otro ejemplo de uso destacado es de la Oficina Nacional Alemana de Turismo (ONAT), que ha lanzado su primer proyecto de influencer basado en IA, Emma, incorporando esta tecnología en la promoción internacional de Alemania como destino turístico, con la intención de «presentar una innovadora embajadora de marca interactiva, capaz de inspirar a los viajeros potenciales las 24 horas del día en el espacio digital, animándolos a vivir experiencias auténticas en Alemania».
Emma es parte de los cientos de iniciativas en España, donde Statista ha previsto que el tamaño del mercado de la IA crezca anualmente un 28,46% entre 2024 y 2030 (un volumen de mercado de 12.450 millones de dólares). El turismo, sin duda, formará parte de este viaje de tecnología, de innovación, de progreso.