Times Square me parece un lugar práctico, una especie de estación o terminal.
Puede que esté de paso por el barrio, despreciado por los locales, para ver un espectáculo en el teatro o para tomar un autobús turístico.
Quizás he entrado porque realmente no puedo aguantar y sé, gracias a la información de mi amigo local, que puedo usar el baño de Five Guys sin comprar nada (los lugareños siempre conocen los lugares a lo largo de sus viajes cotidianos; resulta que encontrar joyas como esta es algo poco común).
Por lo demás, Times Square no está en mi radar. No soy un comprador y no me siento particularmente identificado con el shopping o las calles abarrotadas.
Sin embargo, en mi última visita (estaba tomando un autobús turístico) descubrí algo interesante: hay tres minutos al día en los que vale la pena visitar Times Square.
Durante 23 horas y 57 minutos al día, las vallas publicitarias de Times Square transmiten principalmente anuncios grandes y llamativos. (Salvo que alguien haya decidido pagar 150 dólares por 6 minutos de fama).
Pero, que se sepa: durante tres minutos al día, cada noche desde las 11:57 hasta la medianoche, los anuncios comerciales son reemplazados por arte público: más de 90 vallas publicitarias se sincronizan para mostrar una muestra de arte digital de un artista contemporáneo.
Conocido como “Midnight Moment”, muestra el potencial de estos recursos para promover y apoyar el arte local (aunque ¿no debería ser “Midnight Moments”?).
El programa comenzó en 2012, pero en realidad no ha tenido un gran momento hasta ahora, y recientemente ha ganado impulso en las redes sociales. Cada mes se presenta un nuevo artista y una nueva muestra, con sus perfiles, temas y notas artísticas publicados en línea.
Obviamente, menos lugareños se quedan despiertos hasta la medianoche y van a Times Square durante la semana laboral, así que vaya de domingo a jueves para encontrar menos gente. Como visitante, es fácil trazar un plan en el que después de cenar o tomar una copa después del teatro, pasemos por Times Square de camino a casa para ver el espectáculo.
Esa es la mejor manera de describirlo: un espectáculo. En el vídeo de arriba se puede ver cómo toda la calle se transforma en una especie de escenario teatral, maximizando la estimulación visual del trabajo creativo.
Son solo tres minutos. Ojalá hubiera más momentos como estos en Times Square, tal vez algunos un poco más temprano por la noche. Quizás en algún universo alternativo, donde a la ciudad de Nueva York se le llame Gran Ostra en lugar de Gran Manzana, los papeles se inviertan y Times Square muestre arte local 23 horas y 57 minutos al día, y anuncios solo tres.
Eso sí que es algo con lo que soñar.
