Tras casi dos años ofertando rutas internacionales entre Madrid y Barcelona y quince destinos franceses, Renfe quiere entrar en el mercado de las rutas regionales de media y larga distancia del país galo y romper el monopolio de SNCF, su homóloga francesa. Así lo recoge Expansión, que cita fuentes del Ministerio de Transición francés, que anunciará en las próximas semanas el ganador de los concursos convocados para explotar las líneas que conectan Nantes con Burdeos y Lyon a partir de 2027. Además de con SNCF, Renfe compite con el operador privado francés Le Train.
Ambas rutas suman más de un millón de viajeros anuales -620.000 la línea Nantes-Burdeos, con dos conexiones diarias, y casi 400.000 la línea Nantes-Lyon, con tres frecuencias diarias-, y forman parte del sistema TET (Trenes de Equilibrio del Territorio), asumido por el estado francés en 2011 y que SNCF opera bajo el nombre de Intercités. El gobierno francés quiere duplicar las frecuencias de ambas líneas, a las que se puede unir la concesión de la línea entre Nantes y Lille, en el norte del país. Renfe quiere aplicar su experiencia en España, donde presta en régimen de monopolio estos servicios subvencionados.
Tras la ruptura hace tres años del acuerdo que mantenían Renfe y SNCF para la explotación conjunta de las líneas internacionales entre España y Francia, la operadora española comenzó a circular con su flota. En el primer año de servicio, Renfe transportó a más de 620.000 viajeros en las rutas que dan servicio a quince destinos entre Madrid y Barcelona y Marsella y Lyon.
Uno de los principales retos, como apunta Expansión, es la homologación de la flota: Renfe considera que sus competidores franceses en el mercado español -SNCF y Ouigo, su filial de bajo coste- no han encontrado las mismas barreras de entrada y reclama un trato equivalente, una reclamación que la operadora pondrá encima de la mesa en un encuentro ante el Senado francés que tendrá lugar el 29 de enero.