Meliá ha superado todas sus previsiones y ha obtenido unos resultados récord en 2024, según ha confirmado el presidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, en una rueda de prensa celebrada el miércoles en Fitur.
El máximo ejecutivo de la compañía hotelera anunció más de 525 millones de euros de beneficio bruto de explotación (Ebitda) y un crecimiento de doble dígito en el ingreso medio por habitación disponible (RevPAR) lo que, en palabras de Escarrer, supone la “normalización” del crecimiento de la compañía tras los dos “años horribles” que fueron 2020 y 2021 y la posterior recuperación.
En concreto, ha señalado que la compañía abrirá 70 hoteles entre 2025 y 2026, lo que supone un incremento de 12.000 habitaciones, de los que el 80% serán del segmento ‘premium’. De este modo, la compañía conseguirá alcanzar los 430 hoteles en dos años, lo que supone un incremento del 18,78% con respecto a los 362 actuales, y llegar a las 106.000 habitaciones (+12,76%).
En este contexto, Escarrer ha subrayado que la expansión en el segmento ‘premium’ y ‘luxury’ es uno de los pilares fundamentales en los que se basa la estrategia de Meliá, destacando que la compañía ha conseguido incrementar los clientes de este segmento en un 42% en 2024, “menos sensibles al precio y más sensibles a la calidad, como puedan ser los norteamericanos”.
En el terreno económico, Escarrer considera que los próximos años van a estar marcados por una ralentización del crecimiento tras los primeros años tras la pandemia. Además, se ha mostrado “extremadamente beligerante” contra que se siga haciendo hincapié en las previsiones que apuntan a que España alcanzará los 100 millones de turistas en 2025. “No creo que sea una buena noticia en absoluto”, afirmó Escarrer, para quien hay que poner “ciertos límites” en determinadas áreas y épocas del año porque ese crecimiento “no va ser sostenible”. Las medidas para contener los problemas derivados del alquiler vacacional no son a juicio de Escarrer “suficientes”, y aboga necesario enfocarse más en el turismo de calidad, desestacionalizado y que genere un mayor gasto en destino, y una mayor inversión por parte de las comunidades autónomas en su promoción turística.