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La inversión hotelera en España supera los 3.000 millones del año

Barcelona y Madrid han aumentado su interés para los inversores en un 10% y un 7%, respectivamente.

Foto: EP

El mercado de inversión en activos hoteleros en España ha mantenido un notable ritmo durante 2024 que le puede llevar a cerrar el ejercicio con una cifra superior a los 3.000 millones de inversión, tras haber superado los 2.040 millones durante los nueve primeros meses. Este es uno de los datos que se extraen de la Conferencia Anual de Inversión Hotelera, organizada por Cushman&Wakefield, que se ha celebrado en el Intercontinental Madrid Hotel.

La presentación de los datos del mercado de inversión hotelera de la consultora muestra que la actividad transaccional de activos hoteleros en España ha seguido una actividad similar a la de 2023. Según Albert Grau, socio y codirector de Cushman&Wakefield Hospitality en España “la cifra de cierre del ejercicio va a superar los 3.000 millones de euros. Posiblemente no se alcancen los 4.000 millones de euros del pasado ejercicio, aunque hay operaciones y negociaciones abiertas que garantizan también una intensa actividad en 2025”.

Hasta la fecha, en 2024, la inversión se ha concentrado especialmente en Baleares que suma casi 498 millones de euros de inversión hotelera solo hasta junio y que, previsiblemente, puede acabar el año cerca de los 800 millones de euros. Los inversores siguen poniendo el foco en España y en el segmento vacacional, donde siguen surgiendo oportunidades para el reposicionamiento de activos con especial incidencia en el segmento del lujo y resorts vacacionales.

Además, y según el informe ‘Investor Compass’ de la consultora, Barcelona y Madrid han aumentado este año su interés para los inversores en un 10% y un 7%, respectivamente, frente a 2022. Así, se convierten en las dos ciudades más atractivas para los inversores en Europa, seguidas de París, Roma y Lisboa. Así pues, el sector turístico está registrando cifras récord en número de visitantes en España y también máximos en indicadores como el ADR (precio medio diario) que ha crecido más del 10% de media en el último año. La fuerte demanda ha impulsado el interés por los activos hoteleros, mientras el perfil del inversor es cada vez más diverso.

En cuanto a ocupaciones, Málaga, Valencia y Alicante son los destinos con una mejor evolución en 2024, los dos primeros por encima del 80%. Por su parte, en cuanto al ADR, Marbella e Ibiza se ha situado en 317 euros y 277 euros de media, a lo largo de este 2024.

Para 2025, se espera una expansión significativa de la oferta hotelera en ciudades como Sevilla, Valencia y Málaga, con más de 50.000 habitaciones en desarrollo. Con todo ello España se posicionará como el tercer mercado europeo en pipeline, detrás de Reino Unido (160.000 nuevas habitaciones) y Alemania (100.000 nuevas habitaciones)

La evolución al alza del precio de los activos en destinos prime invita a pensar que, durante los próximos meses, se diversificará el foco buscando también activos en mercados secundarios donde la rentabilidad pueda ser más alta. Entre estos destinos, Benidorm o Costa de la Luz son ejemplos donde la entrada de grandes marcas nacionales e internacionales es todavía incipiente. Ambos destinos tienen el potencial de atraer más viajeros a través de la mejora en infraestructuras y el diseño de un producto turístico de calidad.

Además, se destaca el hecho de que la inversión hotelera e inmobiliaria, en general, ha lanzado al mercado nuevos conceptos que diversifican el modelo de activos existente en especial durante los últimos años. Entre el modelo residencial puro y el hotelero puro, hemos visto proyectos híbridos con cada vez mayor capacidad de penetración como el flex livingbranded residencesstudent housingcoliving o senior living. «A través de estos conceptos, los proyectos hoteleros pueden formar parte de desarrollos más amplios con una diversidad de oferta, estableciendo sinergias y mejoras que ayudan a configurar un producto atractivo, ya sea para el viajero o para los residentes», recoge el informe.

Con estas perspectivas, España mantiene su posición como un destino prioritario para la inversión hotelera en Europa, destacando por su dinamismo, diversificación y potencial de crecimiento sostenido.

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