La reputada asociación hostelera Relais & Châteaux sumó a finales de 2020 un nuevo establecimiento en la península ibérica: Herdade da Malhadinha Nova. Un proyecto único enclavado en Albernoa (Beja) que abarca 450 hectáreas dedicadas al vino y la agricultura pero, sobre todo, a la exuberante hospitalidad portuguesa. Los responsables de esta aventura -y su esencia, bucólica y con sus raíces puestas en la ruralidad- son el clan Soares, que Maria Antonia y João Soares fundaron en 1983.
Hoy Garrafeira Soares, cadena de tiendas de distribución de vinos con sede en el Algarve, está liderada por una segunda generación -sus hijos João y Paulo- que decidió dar un paso más y adentrarse en el mundo de la producción vinícola. En 1998 encontraron en Malhadinha su terreno soñado y adquirieron la propiedad, que tres años más tarde tenían sus primeras vides y a cuya bodega le siguió, en 2007, un restaurante de autor anexo y que basa su propuesta en los productos orgánicos de la propia finca.
En 2008 se construyó, al fin, la finca anexa –Herdade do Ancoradouro– en cuya casa principal se alzó el alojamiento para huéspedes que hoy comprende la Malhadinha Country House. Con ofrece tres amplias suites y siete habitaciones, todas diferentes y decoradas por la tercera generación de los Soares, sus interiores mezclan encanto rústico y refinamiento.
Prueba de ello son los artículos de tocador de Bvlgari, la iluminación de Philippe Starck o los sistemas de sonido Bose, que se unen a la belleza de piezas creadas por artesanos locales. Así, el huésped tiene a su disposición dos piscinas (una climatizada), un spa con una sala de masajes, baño de vapor y jacuzzi, salón, biblioteca y vinoteca, todo ello ‘regado’ de porches y terrazas con unas impresionantes vistas a sus viñedos.
La guinda corre a cargo de la casa del pueblo que la propiedad incorporó, en febrero de 2020, a sus dominios; así, un total de cuatro villas repartidas por toda la propiedad (Casa do Ancoradouro, Casa das Pedras, Casa das Artes e Ofícios y Casa da Ribeira) y, esta última, Venda Grande, todas ellas restauradas por la arquitecta Joana Raposo y Rita Soares, esposa de João.
Por un lado, Casa do Ancoradouro está nspirada en la arquitectura del Alentejo (una oda a la terracota y al ladrillo rojo hecho a mano) y ofrece 880 m2 repartidos en siete suites con terraza privada, área exterior vistas de la llanura, piscina, cocina, biblioteca, bar de vinos, salón con chimenea, calefacción por suelo radiante y sala de juegos. Rita Soares ha llenado la casa de muebles restaurados, antigüedades y piezas contemporáneas que forman una colección inigualable.
Por su parte, Casa da Ribeira, ubicada cerca de un río, está inspirada en la serenidad que inspira el agua y en sus tonalidades: la paleta de color que predomina en la casa va del azul pálido al gris. Sus tres suites de 75m2 con terraza privada combinan artículos de diseño, marcas portuguesas y objetos antiguos.
Además, las cuatro suites de Casa das Pedras son minimalistas y reservadas, con un estilo más contemporáneo y sin áreas comunes. Cada una tiene terraza privada y piscina. Casa das Artes e Oficios, también cerca del río, cuenta con dos dormitorios y una sala de estar con techo altísimo. Antiguamente, funcionaba como una casa común, donde los aldeanos horneaban pan y lavaban la ropa.
Por último, Venda Grande, a 5 km de la finca, es una casa con cuatro dormitorios, cocina totalmente equipada y salón, ideal para disfrutar de la vida del pueblo.
Cocina savoir fair con sabor de la región
El restaurante de Herdade da Malhadinha Nova está dirigido por el chef Joachim Koerper -con amplísima experiencia en restaurantes estrella Michelin de su Alemania natal y en Francia, España y Brasil- y asistido por los cocineros Rodrigo Madeira y Vitalina Santos, esta última especialista en platos tradicionales de la región. Así, se combinan la firma y el savoir faire de Koerper con los productos orgánicos de la propia firma —miel, huevos, aceite de oliva, lechugas, puerros, coles, cebollas, calabacines, hierbas aromáticas y sabrosas frutas como fresas, limones, nísperos o naranjas—, así como con las carnes con DOP Carnalentejana procedentes de las vacas alentejanas que aquí se crían de forma extensiva y que conviven con otras razas autóctonas: cerdos negros ibéricos, alimentados con bellotas en época de montanera, y ovejas merinas blancas y negras.
Además de los distintos menús que el chef diseña según temporada (de 35 a 55 euros), la propiedad ha confeccionado otras opciones más flexibles para el huésped pero que igualmente cumplen los principios de sostenibilidad, consumo local y kilómetro cero que rigen este singular proyecto hostelero. Por ejemplo, el exclusivo formato ‘Chef in the Villa’ destina un miembro del equipo de cocina a cada cliente o familia para elaborar un menú particular, adaptado a sus gustos y necesidades; si así se solicita, este servicio puede completarse con un camarero o somelier particular.
Todo ello maridado con los vinos que elabora la propiedad con variedades de la región, especialmente escogidas por su idoneidad en producciones a pequeña escala, como por ejemplo la touriga nacional, la touriga franca, la tinta Miúda o la Trincadeira.
También, y a disposición de los clientes, se puede customizar el desayuno en formato delivery y en cestas de picnic (bebidas no incluidas) para disfrutar de un picoteo o merienda al aire libre, bien sea entre viñedos, junto al cauce del río que discurre junto a la finca o en su propio olivar, que data de 1940 y se basa en el cultivo de la uva Galega, una de las principales variedades autóctonas del Alentejo.