Reservar un hotel en la capital británica podría costarte más de lo que crees. Así lo ha confirmado el alcalde de Londres, Sadiq Khan, quien ha dicho que está explorando la posibilidad de implementar un impuesto turístico sobre los hoteles de Londres.
El alcalde ha dicho que su equipo evaluaría cómo ha impactado esta medida en Manchester -donde, recientemente, se han introducido impuestos similares- así como de los ejemplos de otras ciudades europeas -entre las que se encuentra, por ejemplo, Barcelona, Roma, Viena, Praga o Venecia-. Al ser preguntado acerca de si apoyaría un impuesto turístico en Londres, Khan dijo: «Estoy encantado de investigar dónde ha funcionado, cuáles son los problemas en relación con esa política en particular… Analizaremos a fondo lo que están haciendo las ciudades no solo en toda Europa, sino también en el Reino Unido«. «Esperemos y veamos cuáles son las pruebas. Soy alguien que cree en seguir las pruebas», añadió.
La medida se produce, además, tras los llamamientos de varios partidos a principios de esta semana para que se aplique un pequeño impuesto a los visitantes de la capital. Por su parte, UKHospitality, un organismo comercial que representa al sector, advirtió que los impuestos adicionales serían «extremadamente perjudiciales».
En concreto, Kate Nicholls, directora ejecutiva de UKHospitality, argumentó en una entrevista reciente que «Londres sigue siendo uno de los principales destinos turísticos del mundo, pero el número de visitantes que llegan a la capital aún no ha vuelto a los niveles previos a la pandemia«. Además argumentó que el Reino Unido «está mal clasificado» en la competencia mundial por los turistas debido a una alta tasa de IVA, y agregó: «La introducción de un impuesto turístico solo dañaría eso aún más».
En cambio, Claire Holland, presidenta de London Councils (la asociación de gobiernos locales de la capital) dijo a la BBC que los distritos estaban «todos a favor de explorar con el gobierno y con el alcalde cómo puede haber más descentralización fiscal en Londres, incluyendo el estudio de cómo funcionaría un impuesto al turismo». Por su parte, Kim Taylor-Smith, el vicelíder conservador del Ayuntamiento de Kensington y Chelsea, dijo que un impuesto al turismo era una «obviedad» y que estaba «absolutamente a favor».
Caroline Russell, miembro verde de la Asamblea de Londres, dijo que el impuesto podría usarse para ayudar a financiar más baños públicos en toda la ciudad, mientras que su colega liberal demócrata, la miembro de la asamblea Hina Bokhari, dijo que también estaba «muy a favor» del impuesto, y que quería ver que los ingresos recaudados se destinaran al sector de la vida nocturna de Londres, que está en dificultades.
Actualmente, los impuestos varían según la ciudad y la calidad del alojamiento; en el caso de los visitantes de Barcelona que se alojan en un hotel de cuatro estrellas: por ejemplo, pagan un cargo de 4,95 euros por noche como parte de su factura, y en París pagarían un impuesto de 8,13 euros por noche. Venecia, sin embargo, duplicará su tasa hasta los 5 euros a partir de 2025 y para los visitantes que no pernoctasen en el centro de la ciudad.
Por su part, en Inglaterra ninguna autoridad local tiene el poder de imponer directamente un impuesto turístico, aunque el Ayuntamiento de Manchester, entre otros, ha introducido una forma de impuesto turístico mediante una solución legal. En Manchester, esta tasa se conoce como City Visitor Charge y se anima a los hoteles participantes (que son aquellos con un valor imponible de 75.000 libras o más) a detallarlo en las facturas de los huéspedes. Según la BBC, un informe del pasado mes de abril concluyó con que el impuesto había recaudado 2,8 millones de libras para esta ciudad en su primer año.