Desde 1985, la Unión europea nombra cada año las ciudades Capitales Europeas de la Cultura para fomentar la riqueza y diversidad cultural europea, a la vez que el apoyo y cooperación internacional. De esta forma, no solo las ciudades como París, Londres, Madrid o Romas son las alternativas que existen como posibilidades en el próximo itinerario de los turistas. Esta iniciativa incentiva descubre tesoros ocultos, nuevas historias tradicionales que contar y más mundo que descubrir, en este caso en Europa.
Ya han sido denominadas las capitales de este próximo año 2025 y son: la ciudad y la región circundante de Chemnitz (Alemania), un territorio renacido de sus cenizas industriales; y las ciudades hermanadas de Nova Gorica y Gorizia, que se extienden a ambos lados de la frontera entre Eslovenia e Italia, creando una cultura mixta de lo más interesante y curiosa.
A medida que los viajes se centran más en las experiencias auténticas, estas ciudades menos conocidas ofrecen la oportunidad de explorar más allá de los típicos centros turísticos europeos. Atrévete a descubrir los secretos mejor escondidos de Europa.
Chemnitz, Alemania: La ciudad en constante renacer
En el corazón de Sajonia, se encuentra la ciudad conocida como la «Manchester sajona«, debido a su protagonismo en la Revolución Industrial. Definida por su pasado industrial, fue gravemente dañada y afectada durante la Segunda Guerra Mundial, para luego ser transformada bajo el dominio de Alemania Oriental. Una historia de un renacer constante.
La ciudad y la región de Zwickau han sido esenciales en el crecimiento industrial de Alemania, destacándose en los sectores textil, ferroviario y automovilístico, impulsados también por la minería en los Montes Metálicos. Esta región minera es considerada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2019. Su historia está representada en sus museos, castillos medievales y arquitecturas barrocas y renacentistas, mientras que la narrativa de Chemnitz resalta los edificios art nouveau y el monumento a Karl Marx.
La riqueza cultural de Chemnitz y su visión de futuro inclusiva, democrática y cosmopolita se mostrará a sus prontos turistas, en 2025, a través de espacios creativos, el Sendero Púrpura que conecta 38 municipios a través de arte y escultura, festivales, exposiciones y música indie.
Nova Gorica y Gorizia: una celebración sin fronteras
La decisión de elegir a ambas ciudades, una en Eslovenia (Nova Gorica) y la otra en Italia (Gorizia) simboliza una celebración de la diversidad en base a una frontera, que solo divide territorios, y no culturas. Ambas ciudades comparten una historia común, por lo que ¿por qué no nombrarlas las dos a la vez? Aunque en la teoría suene compleja, la historia que comparten, las sitúa a cada una a un lado del conocido como el Telón de Acero durante la Guerra Fría, sin embargo hoy representan un modelo de integración europea.
Este proyecto transfronterizo unirá a dos naciones y diversas culturas en un entorno natural espectacular, rodeado del valle del río Soča y los Alpes Julianos. La artista Tijana Boric, embajadora del evento, destaca la diversidad cultural en Nova Gorica, donde coexisten lenguas y tradiciones serbias, eslovenas e italianas. Este mosaico cultural se reflejará en el arte multimedia y las actuaciones en escenarios naturales, junto con talleres centrados en tecnología y creatividad.
La ecología es un factor muy importante en esta personalidad compartida transfronteriza, traducida en corredores verdes y espacios para la biodiversidad.
La oferta cultural se completará con eventos culinarios como Sabores sin Fronteras, una experiencia que unirá las cocinas eslovena e italiana, resaltando la riqueza gastronómica y la fusión cultural de esta región única en Europa.