Madrid es la ciudad europea con más obras de arte por metro cuadrado; se calcula que alrededor de 25.500 solo en el llamado ‘Triángulo del Arte’. Precisamente esta es la ubicación que ha elegido la cadena Meliá para situar su última inauguración: Casa de las Artes, el nuevo proyecto de la hotelera mallorquina que se sitúa en pleno barrio Barrio de las Letras (entre las calles Atocha y Moratín), una de las zonas de mayor prosperidad artística durante el Siglo de Oro Español.
Algo que, desde la propia cadena, describen como “un homenaje a las (siete) bellas artes desde el corazón literario de Madrid”. “Este hotel representa la perfecta unión entre el esplendor cultural del pasado y las nuevas voces creativas del presente”, dicen desde The Meliá Collection.
Se trata de una oda a la pintura y la escultura hasta la música, el baile, la literatura, que, en este caso, se materializa de la mano de Miguel de Cervantes, “el vecino más ilustre del barrio” y a la vez venerado como el mayor novelista, poeta y dramaturgo de la historia de España, “siendo además paradigma de la novela moderna e inspirando así la misión de Casa de las Artes”. “No había otro artista que pudiera ocupar este lugar como el llamado ‘príncipe de los ingenios”, matizan desde la casa.
Su figura ha inspirado la renovación de este emblemático edificio, desarrollada por los arquitectos Adriana y Alvaro Jans (de Estudio ASAH), quienes han seguido una línea de decoración muy particular donde destacan detalles como grabados de Gustave Doré –en honor a los que aparecen en la edición de 1869 de Don Quijote– presentes en cada una de las habitaciones y suites del hotel. Además de la impresa literaria que se respira entre sus paredes, Casa de las Artes cuenta con otros espacios para vivir la cultura en 360 grados; desde una sala de cine pasando por un espacio que replica los screening rooms de los estudios de Hollywood en los 50, hasta su imperdible biblioteca privada. Se suman también los ya conocidos servicios de la firma para hacer gala del dicho Mens sana in corpore sano como su piscina termal o un fitness center, sin olvidar un espacio original que cuenta con barra de ballet para los amantes de esta disciplina.
Para cerrar el círculo, las artes plásticas se plasman en Maché, el restaurante insignia de la Casa ubicado en el antiguo edificio de la Asociación de Ferrocarriles Españoles. Según definen, se trata de “una fusión única de delicias culinarias y entretenimiento en directo que transformará la cena de los huéspedes en una velada inolvidable”. Un exigente cometido que cumple las expectativas gracias a un entorno (sus exóticas vidrieras –obra de los Hermanos Maumejean– y sus altos techos son el marco perfecto) que pide protagonismo en el que ya es uno de los emplazamiento más deseado del centro de la ciudad.
Además de ser el decimoctavo hotel de Meliá en la capital, esta apertura oficializa la llegada de la marca The Meliá Collection a la península, tras consolidarse previamente en lugares tan icónicos como la Hacienda del Conde (en Tenerife), Ratxó Retreat Hotel o Summum Boutique Hotel (en Mallorca). Sin duda un nuevo reto para esta metrópoli llena de estímulos que ahora cuenta con una nueva pieza de arte en su colección.