Ayer, jueves 5 de septiembre, el Hotel Torre Melina abrió sus puertas a través de su inauguración inicial en un acto exclusivo en unas renovadas instalaciones que componen este nuevo resort urbano abierto a la ciudad, inundando a la capital catalana de lujo de la mano de la cadena de Hoteles Gran Meliá. Un año y medio después de su propuesta pública, nace como uno de los hoteles de referencia en la ciudad condal y ya se refiere a un hito de la hotelería al fusionar esta misma con eventos corporativos, restauración y ocio.
El acto fue todo un evento para recordar, con Gabriel Escarrer, presidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, y Tony Chedraoui, fundador y CEO de Tyrus Capital, como anfitriones, ya que se celebró el triunfo de un ambicioso proyecto que redefine el concepto de hotelería de lujo en Barcelona. La inauguración contó con la asistencia de representantes de la administración local, la Generalitat de Catalunya y cuerpos diplomáticos, así como con la participación de Judit Mascó, quien actuó como embajadora y maestra de ceremonias.
Dicha ceremonia dio comienzo en los 25.000 m² de jardines modernistas que rodean Torre Melina y siguió su curso desvelando sus nuevas y excelentes propuestas de servicios: La inauguración de su exclusiva azotea panorámica con vistas 360°, ideal para eventos privados de lujo y como espacio social para cócteles; la introducción de su club de bienestar Thai Room, ofreciendo masajes tailandeses auténticos y una experiencia de bienestar inmersiva; y dos propuestas gastronómicas de cinco estrellas, el asador de lujo ERRE Barcelona y Beso Pedralbes, un beach club urbano con una oferta mediterránea y el all-day-dining L’Amaranta. Todos estos espacios han sido posibles tras la reactivación del Palau de Congressos de Catalunya, consolidándose como un referente dentro de los eventos MICE.
El hotel Gran Meliá Torre Melina constituye el proyecto más reciente de la marca de lujo de Meliá Hotels International, se ubica en una de las zonas más privilegiadas de Barcelona, junto al Palau de Congressos de Catalunya, y rinde homenaje a la antigua masía del siglo XII que existía en los terrenos que ahora cubre con sus sus 391 habitaciones, incluyendo una lujosa Royal Penthouse Suite y 18 salas para eventos interiores y exteriores. Después de una inversión de 40 millones de euros, su renovación ha significado una creación en la que se fusiona arquitectura, diseño, ocio y naturaleza, que tiene los brazos abiertos de recibir a todo tipo de clientes, tanto internacionales como locales y nacionales.
El nuevo hotel representa a través de sus magníficas estructuras y excelentes servicios, la filosofía tan vigente en el carácter Gran Meliá, donde la elegancia en el detalle es uno de sus principales objetivos. Desde luego, que ahora Torre Melina es un destino único en sí mismo en España y Europa, pues ningún otro resort urbano en las grandes capitales europeas reúne un entorno natural de jardines y un lago, una oferta gastronómica tan variada y de primer nivel, un beach club urbano, una azotea panorámica y un auditorio, todoa solo 15 minutos del centro de Barcelona.
“Celebramos no sólo la esperada vuelta de un icono, sino el inicio de un nuevo diálogo entre este destino y la comunidad local e internacional. Un referente por excelencia para Barcelona y sus grandes acontecimientos que consolida aún más el excelente
posicionamiento de la ciudad”, declaró Gabriel Escarrer.
Asimismo, Escarrer destacó en especial “la recuperación de la práctica totalidad de los empleados de la antigua propiedad del hotel, a los que se sumaron casi 150 nuevos puestos de trabajo, alcanzando un total de aproximadamente 400 empleados”. Además, resaltó “el impacto ‘indirecto’ del gasto realizado por los clientes en aeropuertos, comercios, restauración, cultura y ocio en la ciudad, que se cifra en torno a los 100
millones de euros anuales.”