Las Islas Canarias son conocidas en toda Europa por sus hermosas playas, sus hoteles y sus vacaciones baratas bajo el sol del verano. A diferencia de sus bulliciosas homólogas, La Palma es una isla más pequeña conocida por su entorno natural y su creciente compromiso con el ecoturismo.
Con temperaturas primaverales durante todo el año que oscilan entre los 18º y los 26º, y la influencia refrescante de los vientos alisios, es un destino perfecto para los entusiastas de la naturaleza que buscan algo diferente a las típicas vacaciones canarias en la playa.
Geológicamente hablando, La Palma es una de las islas más jóvenes de Canarias, formada hace dos millones de años. Su actividad volcánica, cuya última erupción tuvo lugar hace unos años, recuerda a los visitantes las fuerzas dinámicas que dan forma a la isla.
Cabe destacar que el 35% de La Palma está declarado parque nacional. Los frondosos paisajes de la isla están dominados por castaños y pinos canarios, junto a florecientes plantaciones de aguacate, plátano y caña de azúcar. La Palma también es famosa por su vino y sus puros Palmera, una tradición artesanal transmitida de generación en generación.
En La Palma existe un turismo masivo, y los grandes barcos suelen incluirla en sus itinerarios de cruceros por las Islas Canarias. También hay vuelos diarios desde Londres y otras ciudades europeas. Sin embargo, la isla carece de los hoteles de gran altura que caracterizan a muchas de las zonas turísticas del archipiélago.
En cambio, La Palma se centra en el turismo sostenible, ofreciendo numerosas rutas de senderismo, impresionantes miradores y algunos de los cielos más despejados para observar las estrellas, gracias a sus observatorios y a la mínima contaminación lumínica.
La actividad volcánica continúa
En los últimos años, Islandia ha saltado a los titulares de todo el mundo por sus frecuentes erupciones volcánicas, pero no es el único destino que tiene que hacer frente a los trastornos naturales de la Tierra.
La Palma sigue siendo una isla volcánicamente activa, cuya última erupción se produjo hace sólo unos años.
Los visitantes pueden ser testigos directos del poder de la naturaleza explorando las numerosas características volcánicas de la isla. Empieza por las secuelas de la erupción de Cumbre Vieja en 2021, de la que los lugareños aún se están recuperando.
Unas 7.000 personas fueron evacuadas cuando una colada de lava de casi seis kilómetros de longitud se precipitó por la ladera de la montaña hasta el océano.
El nuevo sendero de tres millas al pie del volcán Cumbre Vieja comienza en Llano del Jable y sigue el camino de Cabeza de Vaca. Se ofrecen visitas guiadas porque, aunque inactivo, el volcán emite gases, por lo que el acceso está restringido y regulado.
¿No te sientes tan activo? El mirador de Tajuya, en El Paso, es uno de los puntos más cercanos al volcán Cumbre Vieja. Fue la principal localización de los equipos internacionales de televisión durante la erupción volcánica. Desde aquí se puede contemplar todo el panorama, incluida la parte nueva de la cordillera y la colada de lava hacia la costa.
Rutas de senderismo donde prospera la naturaleza
La continua actividad volcánica ha modelado el accidentado terreno y la fértil tierra de La Palma, creando un entorno único en el que prospera la agricultura. El pasado volcánico de la isla es evidente en sus espectaculares paisajes, desde escarpados acantilados hasta verdes y exuberantes valles.
Los frondosos bosques de castaños y pinos canarios se ven interrumpidos por prósperas plantaciones de aguacates, plátanos y caña de azúcar, favorecidas por el fértil suelo volcánico. Aquí florecen los viñedos, que producen los característicos vinos canarios, mientras que las plantaciones de tabaco son famosas por los puros Palmera, liados de forma tradicional.
Este paisaje dramático también se presta al senderismo de larga distancia, aunque muchos de los senderos escarpados son mejor explorados por excursionistas experimentados o con un guía.
La ruta de los Manantiales de Marcos y Cordero y la Cascada de los Tilos es una de las más encantadoras de La Palma, con túneles, bosques tropicales y cascadas. Los excursionistas más entusiastas tendrán que reservar un taxi desde y hasta el inicio del sendero en la Casa del Monte, mientras que un chubasquero y una linterna (para los túneles no iluminados) son artículos útiles.
Para los excursionistas experimentados, la Ruta de Los Volcanes, de 16 kilómetros de ida, es un recorrido exigente con recompensas superlativas, sobre todo a principios de verano, cuando los tréboles de flores amarillas brillantes contrastan con el verde de los pinos y el oscuro suelo volcánico.
La bloguera de senderismo Fay Doyle describe la ruta como «otro mundo», con «increíbles paisajes volcánicos que se encuentran con densos bosques hasta la escarpada costa volcánica».
Un pueblo playero diferente
A diferencia de los típicos pueblos de playa canarios, conocidos por sus encalados hoteles resort, el Puerto de Tazacorte es conocido por sus casas de colores, su arquitectura histórica y su rico patrimonio agrícola.
Las populares playas de arena negra de la ciudad tienen como telón de fondo las plantaciones de plátanos y los escarpados acantilados, creando un impresionante contraste.
El animado paseo marítimo está repleto de cafeterías, marisquerías y pequeñas tiendas que ofrecen una muestra de la cocina y la cultura locales. El puerto deportivo es el mejor lugar para contemplar los deltas de lava de las Fajanas de Tazacorte, mientras los barcos de pesca y los yates se mecen en el pequeño puerto.
Las calles de Santa Cruz
Aunque la naturaleza es el principal atractivo de La Palma, no ignores la capital de la isla, Santa Cruz. Paseando por esta encantadora ciudad, encontrarás casas pintadas de vivos colores con balcones de madera a lo largo de calles empedradas, con una vibrante vida local.
La principal vía peatonal, la calle O’Daly, rebosa actividad en sus tiendas, cafés y monumentos históricos como el Ayuntamiento, de estilo renacentista, y la impresionante Iglesia de El Salvador.
Si te adentras en la ciudad, descubrirás interesantes atracciones, como el Museo Naval, con una réplica del navío de Colón Santa María, y la Biblioteca Insular y Museo de Bellas Artes, Ciencias Naturales y Etnografía, ubicado en un antiguo convento.