Forbes Travel

Glaciares, lago, vía ferrata, un teleférico y, por supuesto, un fiordo: las activas vacaciones al aire libre en Olden, Noruega

La escalera “Stigull” es una novedad en la Via Ferrata de Loen, cerca de Olden, Noruega. FOTO: LARS KORVALD/FJORD NORWAY.

El fiordo de Geiranger suele llevarse la atención de buena parte de quienes viajan a Noruega. Pero lo cierto es que a la vasta región de los fiordos noruegos no le faltan otras propuestas de turismo al aire libre. Tanto si se busca aventura como relax, Olden ofrece un entorno ideal para experimentar la esencia del friluftsliv, es decir, el estilo de vida al aire libre, tan apreciado por la población noruega ya desde la infancia.

Aquí los más activos pueden disfrutar de todo tipo de actividades, desde paseos en kayak hasta una desafiante vía ferrata. Para quienes prefieran un ritmo más relajado, las excursiones en autobús a los impresionantes glaciares y un pintoresco viaje en teleférico también supone experiencias inolvidables.

Olden es el sexto puerto de cruceros más activo de Noruega en términos de visitas de pasajeros. En 2023, se registraron más de 360.000 visitantes, llegados en 132 cruceros, incluidos algunos de los más grandes del mundo.

Las aguas profundas del extremo del Nordfjord permiten que Olden reciba más de un crucero en el mismo día. Lo cierto es tanto si se llega aquí en crucero como por otro medio, Olden y su entorno (sobre todo, el cercano pueblo de Loen) están repletos de propuestas para ver, hacer y disfrutar

El glaciar Briksdal

Es sabido que los glaciares de Noruega están retrocediendo de una forma acelerado, así que conviene verlos mientras sea posible. Uno de los más accesibles es el glaciar Briksdal (Briksdalsbreen), un brazo del imponente glaciar Jostedal, considerado el más grande de la Europa continental.

Glaciar Briksdal en Noruega.
El glaciar Briksdal está retrocediendo rápidamente. En 1997, el glaciar todavía cubría el lago. GETTY

El brazo de Briksdal parece relativamente pequeño. Lo cierto es que, hasta hace apenas 15 años, tocaba la orilla del lago. Incluso cubría buena parte del mismo a mediados de los años 90 del siglo XX.

El paseo hasta allí sorprende y deja una impresión tan grata como la del glaciar. El valle de Briksdalen, tallado por el propio glaciar a lo largo de milenios, está cubierto de una vegetación exuberante, cascadas y un sinfín de oportunidades para tomar fotos.

Hay autobuses lanzadera disponibles desde Olden y, una vez allí también se puede recorrer el sendero de algo más de 3 kilómetros a través del valle, o tomar un coche troll, la versión moderna del carruaje de caballos que tradicionalmente llevaba a los turistas al glaciar.

El teleférico Loen

Impresionante es una palabra manida en el mundo de los viajes. Pero no hay otra palabra para describir mejor la vista desde la cima del Monte Hoven en un día claro. Desde allí se pueden admirar las aguas espejadas del idílico lago Lovatnet, los encantadores pueblos de Loen y Olden a orillas del fiordo, el imponente Nordfjord dominando el paisaje montañoso e incluso la cima del glaciar Briksdal.

Llegar hasta este lugar era un auténtico desafío para los entusiastas de las actividades al aire libre, pero desde 2017 el Loen Skylift ha proporcionado una forma completamente nueva de disfrutar de este lugar único de Noruega.

Vista desde la cima del Loen Skylift en Noruega.
Teleféricos Loen Skylift desde la cima del monte Hoven en Noruega. DAVID NIKEL

El viaje en sus cabinas, uno de los de mayor desnivel del mundo, dura solo seis minutos y lleva a los pasajeros a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar. Conviene reservar para recorrer los diferentes miradores, rutas de senderismo y admirar las esculturas situadas sobre cima del monte Hoven.

El precio de este trayecto (unos 50 euros, 84, incluyendo el servicio de autobús de ida y vuelta desde el puerto de Olden) merece la pena, siempre que el día sea relativamente claro.

Algunas actividades al aire libre

El monte Hoven y la localidad de Loen son el «campamento base» para una amplia gama de actividades al aire libre en todos los niveles de emoción. Los más experimentados suelen optar por la vía ferrata, una ruta emocionante y desafiante. La novedad más reciente de este recorrido, una escalera de cuerda anclada a la roca y con 45 grados de inclinación, supone un nuevo desafío para una experiencia ya memorable.

Hay rutas guiadas (incluyendo todo el equipo necesario), y solo se permite el acceso a la ruta sin monitor a aquellas personass que tengan experiencia previa en este tipo de experiencias.

Tanto Olden Adventure como Loen Active son empresas locales de confianza con guías experimentados familiarizados con las necesidades y deseos de los viajeros internacionales. La primera organiza recorridos guiados en autobús y barco, ideales para cruceristas, mientras que la segunda ofrece experiencias al aire libre que incluyen kayak, ciclismo, tirolinas y alquiler de tablas de surf de remo.

El patrimonio histórico

Si tanta actividad pareciera algo agotadors, un simple paseo por el pueblo de Olden es suficiente para entrar en conexión con la más pura esencia noruega.

Iglesia Nueva de Olden en Olden, Noruega.
Iglesia Nueva de Olden, Noruega. DAVID NIKEL

Desde el puerto de cruceros, un breve paseo a lo largo del río, pasando por edificios agrícolas históricos, conduce al centro del pueblo. Una vez en él se pueden visitar las dos iglesias locales. La iglesia vieja de Olden parece más antigua que su fecha real de construcción: 1934. Su color rojo intenso contrasta marcadamente con el aspecto blanco brillante del otro templo del pueblo. Ambas construcciones de madera son la mejor referencia para orientarse en Olden.

Este tema es un extracto del publicado en Forbes.com. Para ver el original se puede pinchar aquí.

Artículos relacionados