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La Irlanda que inspira a Hozier, el artista al que tanto admiran Taylor Swift, Adele y Ed Sheeran

Ruta por los lugares fundamentales de este referente de la música, que actúa el 1 de julio en el Wizink Center de Madrid

Durante la gala de los Grammy celebrada en 2015 en Los Ángeles Taylor Swift posó con un muchacho irlandés de frágil aspecto. Pese a lo que la mayoría pudiera pensar el fan no era él, sino ella. La recién coronada «Reina del Pop» no se perdía ni uno de sus directos y, en aquel momento, un vídeo de ella bailando en un concierto del rockero irlandés se había hecho viral en las redes sociales.

Aquel muchacho, era el responsable de un temazo que todos (famosos y anónimos) cantaban: Take me to church. Desde entonces la ascendente carrera de Hozier parece no tener límite. Y, fruto de ello, el próximo 1 de julio hace parada con su Unreal Unearth Tour 2024’ en el Wizink Center de Madrid. Pero ¿quién es el chico de oro de Irlanda?

Hozier es talento puro, sensibilidad y semblante serio. Su juventud no le lleva a ningún sendero que no desee transitar y ese es precisamente su gran éxito: su fidelidad a todo lo que es. Empezando por su Irlanda natal.

Este joven, que ha compartido escenario en los Grammy con Annie Lennox, que cuenta con Adele como admiradora confesa y que recientemente ha compartido tiempo, talento y protagonismo en redes sociales con Ed Sheeran, reconoce que Irlanda es un lugar al que siempre le gusta regresar. Y estos son los lugares que lo han visto crecer y que han inspirado sus grandes éxitos: las canciones que canta su buena amiga Taylor Swift.

Bray: la Irlanda rural y de playa

Ser irlandés y nacer un 17 de marzo es garantía de ser profeta en tu tierra. Quizá por eso, Hozier ha llegado a la cima del mundo y con él se ha llevado a su propio país. El Día de San Patricio de 1990 nacía el autor de Two Sweet en Bray, un núcleo rural del condado de Wicklow, a unos 19 kilómetros al sur de Dublín.

La suya era una casa que llevaba el arte en los cimientos. En el ático de su «fortaleza familiar» compuso su ya archiconocido Take me to church, que en 2014 se convirtió en la canción más viral en Spotify con 87 millones de escuchas. Y, durante la pandemia, registró el canto de los pájaros desde su hogar para después incluirlo en Wildflower and Barley, en el álbum que lo trae ahora hasta España. Un trabajo en el que por primera vez canta en gaélico y cede protagonismo a la literatura irlandesa, con referencias a autores como Flann O’Brien.

En su ciudad natal, conocida como la puerta de entrada al Jardín de Irlanda, creció Hozier. Las calles de Bray están en todo lo que escribe y también Powerscourt House, un lugar para perderse y encontrarse con la cascada más alta de Irlanda. Algunas de sus letras hablan de tardes de juventud en las colinas de este mágico lugar.

Cascada de Powerscourt House

Porque Bray tiene mucho que ofrecer: es la ciudad costera más antigua del país y los aires victorianos de su paseo marítimo son la excusa perfecta para escaparse a este balcón sobre el Mar de Irlanda repleto de pubs, encantadores cafés y una amplia oferta de actividades para disfrutar de la vida junto al mar. El must que completa la escapada a Dublín con un poco de naturaleza y playa.

En ruta por los acantilados de Bray

El imprescindible paso por Dublín

La capital irlandesa está a un paso de la ciudad de Hozier. De ahí que con 18 años se convirtiese en algo así como su meca soñada. “Una ciudad a corazón abierto”, según confesó este trovador del rock a Café Babel.

Su increíble interpretación de Bridge Over Troubled Water en el icónico Croke Parke en junio de 2020 dejó clara la grandeza de este artista. El estadio, con capacidad para 80.000 personas, estaba vacío. Sólo él y su música. Pero lo inundó todo de emoción. Así es Hozier.

En ese mismo Dublín, testigo de sus primeros pinitos sobre los escenarios de los famosos locales de micros abiertos, puede vérsele disfrutar de algún que otro chapuzón en Forty Foot (Sandycove) junto a la Torre Martello, donde comienza Ulises, la gran obra de James Joyce, uno de los escritores predilectos de Hozier.

Upper Lake

El condado de Wicklow

Bray y Dublín no son los únicos lugares de Irlanda que inspiran esas letras que han llevado a Hozier a lo más alto. Todo el condado de Wicklow está repleto de de espacios en los que el artista encuentra belleza y no es complicado encontrárselo por sus impresionantes paisajes (no hace mucho coincidió con varios de sus fans en el bonito Upper Lake).

Su refugio durante la pandemia le regaló atardeceres junto al mar que compartió con el mundo en sus redes sociales. Y la espectacular belleza de Glendalough, en el Ancestral Este de Irlanda, fue escenario de algunos de sus vídeos. La serenidad que se respira en este valle dibujado por afilados glaciares durante la Edad de Hielo es, sin duda, el escenario perfecto para transmitir esa espiritualidad que emana Hozier.

Monasterio de Glendalough

Cashel y Dingle

Sus raíces gaélicas y su orgullo por una tierra que lleva miles de años haciendo historia, llevaron a Hozier en 2021, hasta la Roca de Cashel y la Abadía de Hore (siglo XIII), en el condado de Tipperary. Allí donde aún se puede comprobar la huella del pasado vikingo de la Isla Esmeralda, entre arcos medievales y el recuerdo de los Grandes Reyes de Munster, grabó Tell It To My Heart con la banda italiana Meduza, una maravilla con la que sus fans pudieron recorrer los lugares más emblemáticos de la zona gracias a un behind the scenes.

Aquella grabación ayudó a entender también por qué Hozier es esa rockstar que rompe con todo lo establecido. Ni es distante, ni agresivo, ni maleducado. La nueva estrella del rock mundial es irlandesa y cómo el mismo dice: “los irlandeses son particularmente cálidos y tienen una gran generosidad». Quizá por eso en la costa sur de Irlanda, en la ciudad de Dingle (condado de Kerry), aún recuerdan el concierto sorpresa que Hozier dio en la iglesia de St James, en 2020.

El espectáculo fue apoteósico. Un regalo para sus compatriotas, que no sintieron que hubiera tantas diferencias entre aquel chaval que en 2013, a punto de conocer el éxito, se subía al escenario del microfestival local Other Voices. Para Hozier aquella oportunidad fue “un sueño hecho realidad”, aunque no se imaginaba lo grande que podría llegar a ser su sueño de ahí en adelante. Irlanda, una vez más, fue solo el comienzo.

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