Hay algo poderoso y fascinante en esos faros, algunos incluso milenarios, que sirven de referencia a los navegantes del mar. Durante cientos de años han protegido a los marineros e iluminado la noche entre los arrecifes. Hoy su utilidad es relativa, pero estos singulares edificios, enfrentados a las fuerzas de la naturaleza despiertan la fascinación de muchos viajeros. Y, además, desde sus emblemáticos emplazamientos suelen ofrecer espectaculares panorámicas del entorno. Algunos, incluso, se han reconvertido en originales alojamientos para amantes de la soledad y el espectáculo de la propia naturaleza marina.
Las costas del continente europeo están plagadas de estas construcciones, así que el buscador de vuelos y hoteles Jetcost.es ha propuesto a sus usuario elegir los 20 más impresionantes. De ellos, cinco son españoles y están repartidos de Norte a Sur y de Oeste a Este por el territorio peninsular e insular.
Torre de Hércules, Coruña
Se trata del único faro romano que sigue teniendo las mismas funciones que cuando se levantó. Con toda probabilidad fue construido en la segunda mitad del siglo I o principios del siglo II de nuestra era por el Imperio Romano, muy cerca del finis terrae (o eso creían), para acompañar a los barcos que bordeaban el límite del continente. Hoy está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Faro de Cabo de Gata, Almería
Ubicado en el corazón del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, este faro de 18 metros de altura fue construido por los numerosos naufragios ocurridos en el arrecife de Laja de Cabo. Incluso desde su base tiene unas espectaculares vistas del litoral y los acantilados de la zona. Además, desde aquí se puede ver el famoso Arrecife de las Sirenas donde en tiempos antiguos vivían las focas monje que los marineros confundían con criaturas mitológicas.
Faro de Cabo de Formentor, Mallorca
Fue uno de los faros en las islas más difíciles de construir precisamente por su situación en la península de Formentor a 210 metros sobre el nivel del mar, también uno de los más antiguos ya que fue inaugurado en 1863 Su belleza y las espectaculares vistas que se disfrutan del litoral mediterráneo atrae a miles de turistas que deben subir la intrincada carretera, lo que ha motivado que se limiten las visitas en los meses de verano y que solo se puedan hacer en autobús, bicicleta o caminando.
Faro de Chipiona, Cádiz
Es el más alto de España, con 69 metros desde la base, y uno de los mayores de Europa. Entre sus curiosidad destaca el hecho de que se trata de uno de los pocos faros aeromarítimos. Es decir, proyecta un haz de luz horizontal y otro vertical, sirviendo de guía a embarcaciones y aviones. Se puede subir hasta la claraboya, aunque hay que superar 244 escalones. Desde 2018 se celebra la Carrera Vertical Faro de Chipiona, en la que suelen participar unas 200 personas. La carrera empieza con 50 metros lisos, subida y bajada a lo alto del faro (688 escalones en total), tras haber tocado la campana en el mirador y 450 metros lisos al final.
Faro de Maspalomas, Gran Canaria
Las playas y dunas de Maspalomas son, sin duda, las más apreciadas, visitadas y fotografiadas de toda Canarias. El conjunto del charco de Maspalomas, la extensión de dunas y el palmeral constituye una zona de gran valor ecológico. La decisión de levantar el faro de 55 metros de altura se tomó en el lejano 1861. Por aquel entonces el lugar era un paraje deshabitado, incomunicado del resto de la isla. La luz del faro se encendió en 1890 y sirvió de guía a los barcos que cubrían las rutas entre Europa y América.
Los otros 15 faros europeos elegidos
- Faro de Rubjerg Knude, Jutlandia, Dinamarca: en la costa del Mar del Norte, en el municipio de Hjorring, recibe cada año la visita de 250.000 visitantes. Para evitar que las dunas lo acabaran sepultando el Gobierno danés decidió salvarlo, trasladándolo 70 metros.
- Capo Spartivento, Cerdeña, Italia: seguramente es uno de los faros más elegantes y exclusivos de Europa, convertido en un hotel de 5 estrellas. Es el faro más antiguo de Cerdeña, un lugar de ensueño construido en 1856 con vistas al Mediterráneo y aroma a mirto y enebro.
- Torre de la Doncella, Estambul, Turquía: se encuentra en un pequeño islote ubicado en la entrada sur del estrecho del Bósforo a 200 metros de la costa Üsküdar en Estambul.
- Faro de Santa Marta, Cascais, Portugal: fue construido en 1864 formando parte del Fuerte de Santa Maria en Cascais. La antigua casa del farero se han convertido en un museo sobre la vida de los antiguos fareros, la tecnología y avatares de estas construcciones a lo largo del tiempo.
- Fastnet Lighthouse, Fastnet Rock, Irlanda: sobre un pequeño islote de pizarra arcillosa con vetas de cuarzo. Se eleva a unos 30 metros por encima de la marca de la bajamar.
- Faro Saint-Mathieu, Bretaña, Francia: el promontorio donde se sitúan también alberga las ruinas de una abadía y también un semáforo. Una extraña yuxtaposición de estructuras que se explica al conocer la prolongada historia de Saint-Mathieu.
- Faro de Génova, Italia: edificado en 1128 y luego reconstruido en su forma actual en 1543, es una torre cuadrada, apodada Lanterna. Se eleva 77 metros y alcanza una altura sobre el nivel del mar de 117 metros.
- Faro de San Vicente, Algarve, Portugal: su situación es espectacular, al borde de acantilados de 200 metros en los que pacientes pescadores arrojan su caña. Se encuentra en una fortaleza erigida en el siglo XVI aunque el faro es de 1904.
- Faro de la Isla Virgen, Bretaña, Francia: Ile Vierge es un islote de 6 hectáreas que se encuentra a 1,5 kilómetros de la costa noroeste de Bretaña, frente al pueblo de Lilia. Es el faro de piedra más alto de Europa y el «faro tradicional» más elevado del mundo. A su lado está el primer original, construido en 1845.
- Faro de Lindau, Baviera, Alemania: el antiguo faro de Lindau, de 37 metros de altura, fue construido en el siglo XIII. No lejos del faro se alza el emblema de la ciudad, un imponente león de piedra.
- Faro de Tourlitis, Isla de Andros, Grecia: a 200 metros de la isla de Andros, a la entrada del puerto de Chora, en las Cícladas, se levanta sobre una roca el este pintoresco faro, construido en 1897. Aunque el faro actual es una réplica (de 1990) del original.
- Farol da Ponta do Arnel, Azores, Portugal: este fue el primer faro construido en las Azores y está ubicado en el extremo este de la isla de San Miguel. El acceso es a través de una carretera desafiante, aunque merece la pena.
- Faro de Capri, Italia: situado a 3 km. de Anacapri, en la bella isla del Goldo de Nápoles, se utiliza desde 1867. Es el segundo faro más luminoso de Italia, después del de Génova, y uno de los más antiguos de Italia.
- Faro de Cabo de Hook, Wexford, Irlanda: es el más antiguo de Irlanda y uno de los faros activos más veteranos de Europa. Construido hace casi 800 años por los normandos, es una de las atracciones turísticas del sureste de ese país.
- Faro de Kõpu, Isla Hiiumaa, Estonia: ha sido una gran ayuda para la navegación desde 1531. Con 36 metros de altura, la orgullosa estructura en forma de prisma se encuentra en lo alto de una colina de 68 metros, lo que garantiza que tenga suponga luz costera más alta del Mar Báltico.