El aeropuerto de Londres-Heathrow está viviendo una época de gran conflictividad laboral. A las convocatorias de huelga de las últimas semanas (por parte del personal de control de pasaportes y de repostaje de combustible), que fueron desactivadas horas antes de su comienzo, se suma ahora una amenaza de nuevo paro. Cerca de 800 trabajadores afiliados a Unite, el principal sindicato del Reino Unido, participarán en una semana de huelga en el aeropuerto de Londres-Heathrow a partir este martes 7 de mayo, tras la decisión del aeródromo de subcontratar cientos de funciones a partir de junio en un ejercicio de reducción de costes.
En concreto, aunque a última hora se han desconvocado las protestas previstas para los días 7 y 7 de mayo, continúan adelante la convocatorias previstas para los días 9 a 13 de este mismo mes. Las áreas afectadas por esta decisión son los servicios de pasajeros, las operaciones de carritos y la seguridad del campus, según un comunicado.
Además, los bomberos y el personal de operaciones aéreas de Heathrow se han unido a la acción sindical de las tres áreas subcontratadas y reconocen «el impacto perjudicial que tendría la subcontratación», temen que «puedan ser los siguientes en la lista» y apoyan la idea de un convenio colectivo multilateral.
Según ha explicado el sindicato convocante, «la decisión de subcontratar a los guardias de seguridad del campus supone un cambio radical con respecto al acuerdo alcanzado con Unite el verano pasado, cuando, como parte del acuerdo para poner fin a la huelga, la empresa aceptó iniciar el proceso para contratar internamente a todos los guardias de seguridad».
Un aeropuerto con beneficios
Asimismo, Unite ha destacado que la empresa goza de «una increíble salud financiera», con unos beneficios antes de impuestos de 701 millones de libras en 2023, «por encima de lo que ganaba antes de la pandemia».
Pese a ello, el sindicato ha afirmado que el operador del aeropuerto se ha negado a entablar negociaciones con Unite sobre alternativas a la externalización de la mano de obra que, según la empresa permitirá ahorrar 40 millones de libras.
Esta reducción de costes conllevará una reducción sustancial del número de trabajadores, lo que «plantea graves problemas de seguridad, dada la naturaleza crítica para la seguridad de gran parte del trabajo realizado«.
Para la secretaria general de Unite, Sharon Graham, la decisión del aeropuerto de Heathrow es «deplorable»: «está obteniendo enormes beneficios para los jefes mientras trata de exprimir hasta el último centavo de su fuerza de trabajo».
Por su parte, el coordinador regional de Unite, Wayne King, ha advertido que la huelga causará «inevitablemente» trastornos generalizados en todo el aeropuerto, con los consiguientes retrasos y perturbaciones.