Van Cleef & Arpels, la firma joyera y relojera del grupo de lujo Richemont, dueño también de Cartier, está imparable. No solo es una de las marcas de moda (la joyería en general está en auge), sino que ayer hizo pleno en los premios GPHG, los llamados Oscar de la alta relojería porque son los más famosos del sector. Los responsables de la enseña recogieron tres de los tres galardones a los que optaban por su Lady Jour Nuit (mejor reloj femenino, en la foto superior), su Lady Arpels Brise d’Été (mejor complicación de reloj femenino) y su Lady Arpels Jour Enchanté (mejor reloj artístico). Un triunfo incontestable que pone en valor el arte bucólico de los artesanos de la casa.
En la gala celebrada ayer en Ginebra (Suiza), la Aiguille d’Or (Aguja de Oro), la principal recompensa que se otorga en estos premios anuales a los que se presentan las relojeras que quieren, fue para IWC y su complicado Portugieser Calendario Eterno, eminentemente masculino. Básicamente, por su diámetro de 44,4 mm. Pero en las categoría femeninas triunfó Van Cleef & Arpels, y no es habitual que una misma marca se lleve tantas distinciones a casa. Chopard, nominada a nada menos que seis GPHG, se erigió en ganadora en la categoría de Reloj joya, con su Laguna High-Jewellery Secret Watch, y en la de Ecoinnovación.
Por suerte para sus seguidores de aquí, Van Cleef & Arpels, que nació en 1906 en la Plaza Vendôme de París, se está expandiendo en España. El año pasado abrió tienda en Barcelona, y el que viene, previsiblemente, lo hará en Madrid, en la Calle de José Ortega y Gasset. Además, en 2026 inaugurará dos nuevos centros de producción en Francia, según la prensa del país vecino. Muy bien lo ha tenido que hacer Nicolas Bos, hasta el pasado 1 de junio director general de Van Cleef & Arpels, para que le hayan ascendido a consejero delegado del grupo Richemont.
El vencedor como mejor reloj femenino, el Lady Jour Nuit automático, que cuesta 99.500 euros, no es nuevo. En realidad, el modelo se presentó en 2008, y ésta es una versión en 33 mm en oro blanco. Su esfera está realizada con cristal de aventurina de Murano en su parte superior, para aportar profundidad a la inmensidad del cosmos a la que imita. Sobre él, la luna y las estrellas, engastadas con diamantes, persiguen perpetuamente a un sol de oro amarillo con grabado guilloché. El dial gira casi imperceptiblemente gracias a un disco giratorio de 24 horas que indica el día y la noche.
Un manto de nácar azul pintado con efecto guilloché simboliza el horizonte que enmarca la poesía del espacio. En el reverso de la caja, dotado de un cristal de zafiro, la masa oscilante que aporta la energía necesaria al movimiento está adornada con otro cielo estrellado pulido. Decorada con la técnica de calco de esmalte, revela un hada protectora que admira el baile de los planetas. No cabe más delicadeza.
Otro que ha superado a la competencia con su exquisita esfera de nácar mate es el Lady Arpels Brise d’Été (169.000 francos suizos o 180.400 euros al cambio actual), un ejemplar de oro blanco de 38 mm que, como tantos relojes de Van Cleef & Arpels, rinde homenaje a la naturaleza, pues celebra la frescura de una mañana de verano. En él se han volcado muchas técnicas diferentes, como el esmalte Valloné, el esmalte champlevé, el plique-à-jour, la pintura escultórica en miniatura y, por supuesto, el engaste de granates espesartitas, granates tsavoritas y diamantes. Las mariposas de oro blanco y amarillo indican la hora y revolotean gracias a un módulo de animación a la carta que también da vida a las flores y sus tallos. Al presionar un pulsador, las flores se balancean casi sin esfuerzo, como si no pesaran.
En la categoría de Relojes Artísticos ha vencido un no menos espectacular Lady Arpels Jour Enchanté, de 358.000 francos suizos, una edición limitada y numerada con un movimiento mecánico de cuerda manual. Su elevado precio se justifica por las mini esculturas que incluye en su esfera esmaltada, un diseño colorido y tridimensional en capas que lo convierte en una virguería. De nuevo se han ejecutado varias técnicas en superficies huecas y curvas, como las alas del hada giratoria que recoge flores en un campo de zafiros amarillos. Para añadir dificultad al conjunto, la caja de 41 mm se ha engastado con un pavé de diamantes. La historia continúa en su fondo, a través de un decorado grabado que ilustra al hada alzando el vuelo.
Además de a estos tres Van Cleef & Arpels, el jurado también ha premiado a los siguientes:
Premios GPHG 2024
- Aguja de Oro: Portugieser Calendario Eterno, de IWC
- Masculino: KV20i Reversed, de Voutilainen
- Tres Agujas: Streamliner Small Seconds Blue Enamel, de H. Moser & Cie.
- Complicación Hombre: DB Kind of Grande Complication, de De Bethune
- Icono: Piaget Polo 79, de Piaget
- Tourbillon: Tourbillon Souscription, de Daniel Roth
- Calendario y Astronomía: Classic Moon Silver, de Laurent Ferrier
- Cronógrafo: Chronograph Monopoussoir Sylvain Pinaud x Massena Lab, de Massena Lab
- Deportivo: 37.09 Bluefin, de Ming
- Petite Aiguille: 3 Salmon, de Kudoke
- Desafío: No. 6, de Otsuka Lotec
- Reloj Cronométrico: 3 Times Certified Observatory Chronometry, de Bernhard Lederer
- Excepción Mecánica: Récital 28 Prowess 1, de Bovet 1822
- Revelación: Tourbillon Atelier, de Rémy Cools
- Audacia: Mirage Sienna, de Berneron
- Ecoinnovación: L.U.C. Qualité Fleurier 1, de Chopard
- Premio Especial del Jurado: Jean-Pierre Hagmann