Podríamos dedicar párrafos y párrafos a escribir sobre el buen gusto que despliega con su indumentaria Melania Trump en sus apariciones públicas de unos años a esta parte. Se le consideró la primera dama de Estados Unidos mejor vestida (siempre con permiso de Jacqueline Kennedy) mientras ejerció como tal, de 2017 a 2021, demostrando la importancia de un buen asesor de imagen. Porque antes todo eran escotes, un pelo más oscuro que favorecía menos a las facciones de la exmodelo y empresaria eslovena-estadounidense y telas brillantes que seguramente costaban más de lo que parecía. Sí, la esposa de Donald Trump, que volverá a la Casa Blanca el próximo lunes como el presidente número 47 de su país, ha ganado en estilo con los años.
Sin embargo, solemos echar de menos un detalle en sus atuendos: el reloj. Como la reina Letizia, Melania no suele adornarse con este complemento, si bien se le ha visto con dos piezas de renombradas marcas suizas en contadas ocasiones. Una de ellas, que ya no suele lucir, es el poco discreto Kall Duchesse de Vacheron Constantin, un reloj mecánico de cuerda manual. Seguramente ya no se lo pone porque su precio, más de un millón de euros (1.275.000 dólares), le granjearía numerosas críticas. Aunque, todo hay que decirlo, no sabemos a ciencia cierta si es suyo, puesto que lo llevó a la celebración del 250 aniversario de Vacheron Constantin en la Biblioteca Pública de Nueva York en 2005 y pudo ser prestado para el evento.
En cualquier caso, el reloj pertenece a la colección Métiers d’Art de la firma helvética, en la que se integran ejemplares que destacan por las técnicas decorativas relojeras y joyeras que aplican los artesanos de la enseña, que este año sopla 270 velas. Y el Kall Duchesse de oro blanco, con forma de tonel, está cuajado de diamantes: porta 182 gemas talladas en forma de trapecio, 560 diamantes de talla baguette (rectangulares) y 98 diamantes más en la esfera.
Asimismo, a Melania se le detectó un Rolex en la muñeca antes de convertirse en primera dama. Era un Oyster Perpetual Day-Date, un modelo equipado con calendario (muestra el día y la fecha) que nació en 1956 y que es conocido como «el reloj de los presidentes», pues lo han llevado los estadounidenses Franklin D. Roosevelt, Dwight D. Eisenhower, John F. Kennedy, Lyndon B. Johnson y… Donald Trump. El de Melania era de oro amarillo, con un bisel de diamantes y una esfera oscura (gris o marrón) con índices de diamantes. Hoy, su precio marca 60.900 euros.
Las predecesoras demócratas de Melania Trump en el papel de primera dama, incluida Jill Biden, se han decantado más por Cartier. La esposa de Joe Biden los prefiere rectangulares: ha llevado con frecuencia un Panthère de la firma francesa en oro amarillo y un Tank, que también embellecía a Jackie Kennedy. Michelle Obama, por su parte, cautivó con otro Cartier, en su caso un Tank Française de acero. Mientras, la exprimera dama y excandidata presidencial Hillary Clinton, con un J12 de Chanel en su haber, reflejó sus ambiciones políticas a través de un Day-Date de Rolex en acero y oro amarillo de 26 mm de diámetro.
Por ahora, Melania no ha mostrado mucho interés en la relojería, al menos en público, y solo espero que tenga a bien ahorrarnos el espectáculo que sería lucir un Trump Watch, la marca oficial de relojes de edición limitada que el propio futuro presidente ha lanzado. Uno de sus modelos, sospechosamente parecido a un Rolex con el dial dorado o plateado, ofrece un retrato en relieve de Donald Trump. Y deja claro que lo que a la próxima pareja presidencial le gusta es el oro y unos buenos diamantes.