Mucho antes de Meryl Streep –de discurso afilado contra la brecha salarial entre hombres y mujeres en el cine– otras mujeres lucharon por la igualdad de condiciones laborales en esta industria. Una defensa que todas ellas enfrentaron de la mejor manera que supieron: trabajando en producciones de notable éxito y, sobre todo, con una importante lección en los argumentos.
Aportaron una mirada nueva a la gran pantalla o, al menos, desconocida hasta el momento, ya que el territorio de las artes y ciencias cinematográficas estaba dominado por la presencia masculina. Ni siquiera las actrices disfrutaban de papeles protagonistas en las películas que protagonizaban (ni ser la única actriz en el reparto te hacía merecedora de un protagonismo justificado).
Antes, incluso, del llamado ‘Hollywood clásico’, donde algunas actrices ya comenzaron a revelarse contra la Academia en busca de papeles de primera línea, como hizo Marilyn Monroe y consiguió a medias en La tentación vive arriba (1955), otras mujeres delante y detrás de cámara consiguieron incluir en sus trayectorias grandes logros. Y eso que, en el caso de Monroe, Billy Wilder ayudó a que ese deseo –lógica– se cumpliera, siendo uno de los primeros directores de Hollywood en hacer del papel femenino de sus películas el ingrediente más importante de sus filmes.
Para hablar de las mujeres que cambiaron el devenir del cine, hay que empezar por recordar figuras que desde dentro de la industria, y más allá del rol de actriz, permitieran a las mujeres tener voz propia con trabajos al frente de la dirección y producción de películas, responsables de ambientación y sonido, y promotoras del cine feminista. Las primeras pioneras en un cine que hoy lleva el discurso de la igualdad a las galas de premios.
Alice Guy-Blaché (1873-1968) fue la primera persona en la historia del cine en crear un cortometraje de ficción, El hada de las coles (1894), considerada ahora como la primera película narrativa. Este trabajo le llevó a ser la primera cineasta femenina. Antes de la llegada de Hollywood como meca del cine, fundó en 1910, y junto a su marido, la productora The Solax Company. Dirigió más de 400 películas y fue la primera en rodar un film con reparto afroamericano. Su papel en la industria fue imprescindible, a pesar de que la mayoría de sus trabajos fueran atribuidos a su marido.
Lois Weber (1879-1939) ha pasado a la historia por ser la primera persona representante del cine de autor y una de las primeras en trabajar con sonido. En su trayectoria profesional cuenta con más de 100 películas silentes, casi todas de ellas desde el punto de vista femenino y con argumentos de fuerte carácter controvertido, ya que trataba temas relacionados con asuntos sociales y humanitarios, alcohol y drogadicción. También fue la primera mujer en dirigir un largometraje (1914) y en llevar la desnudez femenina a la pantalla (1915). Su gran salto lo dio en 1917 cuando creó y dirigió su productora Lois Weber Productions (Guy-Blaché fue pionera, pero la fundó junto a su marido).
Esfir Shub (1894-1959), pionera en documentales de corte periodístico, fue una de las pocas directoras de la industria dentro de la Unión Soviética. La caída de la dinastía Romanov fue su primer proyecto (1927).
Dorothy Arzner (1897-1979) logró el salto del cine mudo al sonoro que ya empezó Lois Weber. Entre sus retos conseguidos está haber sido la primera directora de Hollywood (1927, con La reina de la moda), haber lanzado la carrera de actrices como Katherine Hepburn y ser la primera mujer en unirse al Gremio de Directores de América.
Margaret Booth (1898-2002) editó películas para Hollywood y en 1935 fue nominada a un Oscar por La tragedia de la Bounty. Destacó por ser impulsora de la técnica de corte invisible, la edición de vídeo que hace transiciones sencillas entre planos.
Charlotte Reiniger (1899-1981) fue una directora alemana pionera en la animación de siluetas. Su contribución al cine fue tan influyentes en la historia de la industria, que su técnica y estilo fueron utilizadas en producciones tan conocidas como Harry Potter y las reliquias de la muerte.
Maya Deren (1917-1961) puso en acción el movimiento avant-garde durante la década de los cuarenta al creer firmemente que el cine era una experiencia y tenía que vivirse como tal. Para ello, puso al servicio del cine sus conocimientos de escenografía y danza, y los combinó con disciplinas filosóficas.
Agnès Varda (1928-2019) destacó por su incipiente trabajo en el cine realizado por mujeres y el cine feminista. Más de 40 proyectos avalan su historial, marcado por un estilo experimental hasta conseguir un Oscar honorífico en 2017.
Margot Benacerraf (1926) es una de las directoras de cine mejor consideradas gracias, entre otras razones, a su gran labor como defensora de la necesidad de formación cultural. Junto a Gabriel García Márquez creó Fundavisual Latina, una fundación destinada a impulsar las artes audiovisuales.
Maryse Alberti (1954) es conocida por sus trabajos en producciones independientes y su dirección fotográfica. Disfruta de más de 90 créditos como fotógrafa de la gran pantalla.