No hay barreras para quien desea algo fervientemente. Y esto lo sabe muy bien la industria de la moda, la misma que, temporada tras temporada, se esfuerza por dar a sus consumidores un plus que vaya más allá de una simple colección de ropa y complementos. No se trata de vestir esto o lo otro, sino de hacerlo con un propósito y, sobre todo, utilizando un lenguaje que identifique a la persona con aquello que lleve puesto.
¿Y quién tiene la clave de ese lenguaje?
Uterqüe. La firma del imperio Inditex lanza esta primavera una colección que empodera a la mujer que no se pone límites, que derrocha libertad y busca formas de dar salida a sus ganas de aventura. Para ello, la española invita a soñar –y a hacer el sueño realidad– con una amplia colección de propuestas de colores explosivos y gran variedad de estampados.
El mix&match de tejidos, colores y estampados se yuxtapone a la inigualable elegancia que tanto caracteriza a la marca, y funciona con ritmo y soltura. Tonos vivos, como el azul eléctrico y el amarillo limón, en perfecto contraste con rosas y verdes pastel.
Las prendas, que combinan tejidos de organza, tules y sedas, se mezclan con otros más deportivos de algodones orgánicos y denim para resaltar esa libertad de movimiento que Uterqüe defiende, cada vez más y mejor, en la vestimenta de diaria de la mujer cosmopolita, reafirmando los códigos de looks relajados sin renunciar a la elegancia y distinción.
No hay duda de que los hábitos han cambiado en un año turbulento y sin apenas eventos sociales, y que dichas alteraciones se han visto reflejadas en la moda. Elevar los looks ya no pasa por vestir un traje dos piezas, también por dar con la prenda o accesorio correcto que sume sin estridencias: un cuello bobo, volantes, mangas fruncidas, hombreras marcadas, riñoneras, macutos, capazos, son algunas de las ideas que ofrece Uterqüe esta temporada estival para ganar en diseño y versatilidad sin renunciar a la exclusividad.