Presentada por Andrés Rodríguez, editor de Forbes, como “la mujer más importante de la política española en décadas”, Nadia Calviño (A Coruña, 1968) acudió en la tarde de este jueves a Forbes House, el primer club de la marca Forbes en todo el mundo, para presentar sus memorias ‘Dos mil días en el Gobierno’ (Plaza & Janés, 2025). LA actual presidenta del Banco Europeo de Inversiones dialogó con el periodista de El País Andrea Rizzi sobre el libro en el que por primera vez aborda lo vidido durante su etapa como ministra de Economía y vicepresidenta entre 2018 y 2023 junto al presidente Pedro Sánchez.
Antes de arrancar la conversación, Andrea Rizzi, periodista experto en política europea, señaló que Nadia Calviño “encarna un baluarte de resistencia en un tiempo en el que vemos un asalto en contra de lo que la Unión Europea encarna”. En ese sentido, ahondó en las fortalezas de la protagonista. “Nadia tiene el anhelo de construir y tender puentes donde otros quieren abrir abismos. Lo ha demostrado antes y después. Es un referente de primera línea en esa batalla”.

Sobre ‘Dos mil días en el Gobierno’, Rizzi destacó su valor como “documento histórico”, además de su importancia como “cristalización de un pensamiento político concreto, escrito con elegancia, combinando información y anécdotas, pero sin eludir asuntos complejos” del periodo en el que Calviño tuvo responsabilidades decisivas en el consejo de ministros de Sánchez.
La llamada del presidente
Nadia Calviño arrancó su intervención recordando aquella llamada un sábado 2 de junio de 2018, de un número desconocido. “Como funcionaria de toda la vida, cuando reconocí la voz de Pedro Sánchez tuve el reflejo condicionado de levantarme y contestar “Presidente”, contó entre risas al auditorio de Forbes House. Entre los asistentes estaban exministros de aquellos años, como Pedro Duque, de Ciencia, o Dolores Delgado, que llevaba la cartera de Justicia en ese primer gobierno de Sánchez, el expresidente del Senado Ander Gil, el ex presidente del PNV Andoni Ortuzar, o Enma López, concejala del Ayuntamiento de Madrid y miembro de la ejecutiva actual del PSOE.
Sobre las líneas maestras de la política económica que trazó en aquellos primeros días, Calviño recordó que había tres prioridades: justicia social, responsabilidad fiscal y reformas estructurales. “Cuando llegamos al gobierno en 2018 nos encontramos con que España llevaba algunos años creciendo y sin embargo había heridas sin cerrar. Se había dejado de invertir, con generaciones que habían dejado el país, tasas de abandono escolar y paro juvenil elevadísimas hacían que la justicia social y las reformas fueran fundamentales. Teníamos una agenda clara de política económica, respondiendo con una mano a las urgencias y con la otra manteniendo el rumbo que queríamos para el país”.
El éxito de los eurobonos
El impacto económico de la pandemia de Covid-19 tiene una gran relevancia en el libro de Calviño. Ante una de las preguntas de Andrea Rizzi sobre la génesis de los eurobonos, la exvicepresidenta recordó un momento clave: cuando dejó de calcular en porcentajes para hacerlo en términos absolutos, hablando de cantidades. “Era importante transmitirlo así para comunicar la magnitud de la urgencia. Europa salvó a España, pero España también salvó a Europa. Por eso quiero insistir en lo que está pasando ahora, ante la amenaza de los países bálticos o Finlandia demos tener memoria, de cómo Europa nos salvó con un programa financiado con eurobonos”
La fuerza de la unión
Ante la hostilidad a la que se enfrenta la Unión Europea en estos momentos, Calviño se mostró optimista, poniendo como ejemplo los bots que saltan en sus redes sociales cada vez que pone en valor a la organización. “Qué potente debe ser la UE para que nos quieran dividir y destruir. Se trata de movimientos conscientes contra estos 80 años de paz en Europa, auspiciados por países que no son democráticos”.
“Europa es una superpotencia tecnológica, pero no militar, que es lo que debilita el resto de negociaciones. En términos cuánticos, espaciales, aeronáuticos, salud, Europa tiene un liderazgo enorme que hay que preservar. Tenemos que hacer una gran inversión en factorias de IA sobre la red de ordenadores de alto rendimiento que hay ya en Europa. Hay un retraso, vale, pero Europa quiere subir a ese tren. Las empresas europeas están integrando estas tecnologías al mismo tiempo que las americanas. Hay que impulsar esa integración en los procesos productivos. Me hace ilusión comprobar que España está entre los países más vibrantes en ese ecosistema de empresas. Debemos tener más confianza en nosotros mismos, frente a quienes están interesados en transmitir que somos una Europa decadente que se ha quedado atrás”
Por último, recordó el papel que debe jugar España en una situación de tanta vulnerabilidad como es la actual, con la cumbre de líderes europeos que se está celebrando como telón de fondo. “Si sale un mensaje claro de apoyo a Ucrania, el mercosur y la integración económica y militar de Europa será muy potente. Es un momento complejo porque otros países de la UE tienen una visión diferente; la inestabilidad política de Francia y la inestabilidad económica de Alemania dejan a España con un rol fundamental de construcción para articular esos consensos”.
